Juliet. Terminé de arreglarme el vestido que tenía puesto para el almuerzo que habría en casa hoy. Después de diez años aún seguía doliéndome verme al espejo, mi mirada había cambiado con el paso de los años al igual que mi sonrisa, que ya no estaba en mi rostro, siempre tenía que fingir delante de todos que estaba bien y que era feliz, cosa que jamás fue así. Todos los días me odiaba a mi misma por jamás poder huir de aquí y buscar mi felicidad, pero ellos sabían cómo mantenerme dentro de esta jaula de oro en la cual ya había dejado de ser mi hogar hace diez años. Para ellos es un día feliz, pero para mi no, hoy mi bebé estaría cumpliendo diez años y no podré celebrar nada ya que me lo arrebataron sin poder evitarlo. Desde ese entonces me negué a asistir a la universidad pero mis padre

