bc

La sumisa del CEO.

book_age18+
15.6K
SEGUIR
134.6K
LEER
posesivo
sexo
dominante
chico malo
chica buena
bxg
pesado
pelea
Oficina/lugar de trabajo
seductive
like
intro-logo
Descripción

Julián Contreras es uno de los CEO más importantes de Nueva York, quien, detrás de esa fama de hombre responsable, de honor, un empresario de renombre, oculta secretos oscuros que llenan de expectativas a los que lo rodean, sin saber que detrás de esa racha de hombre homosexual, como lo catalogan, se oculta un ser dominante que ama el placer y a las mujeres que se han vuelto su adicción, así como la única mujer con la que no se atreve a intimar, respetando su única regla: “No mezclar lo laboral con lo personal”. Una regla que a Julián le cuesta cumplir, ante los encantos de su dulce secretaria, Selene Castro, quien tampoco es lo que parece, una caja de Pandora que Julián insiste en proteger, envolviéndola en sus redes. Una relación de secretaria y jefe se sube de tono cuando ambos se ven envueltos en un juego oculto, llevándolos a unirse por un contrato de placer, en el que se vale todo menos enamorarse; sin embargo, las cosas dan un giro inesperado, la relación solo por intimar los lleva a volverse adictos el uno por el otro, un juego tras otro, hasta que la realidad los golpea y el juego termina saliéndose de control.

Advertencia.

Esta historia tiene contenido no apto para menores de edad, contiene contenido s****l +18, violencia, lenguaje inapropiado, b**m y maltrato físico deseado y no deseado a la mujer, por lo que se sugiere que, si eres sensible ante este tipo de contenido, por favor, evites leerlo.

chap-preview
Vista previa gratis
Capitulo 1. Viaje de negocios.
Capítulo 1. Viaje de negocios En una habitación de hotel de la ciudad dorada, en el quinto piso, habitación 209, Selene Castro, con tan solo 3 horas de haber dormido, despierta por el sonido de su agenda que no para de sonar. Lo toma con fastidio ante el nombre en la pantalla, el cual detesta con toda su alma. —¿Bueno? Dice soñolienta con solo un ojo abierto, notando que aún es de noche y no puede descansar, mientras que en la otra línea su jefe prepotente, sin importar que son las 4 a. m. y es una fría noche, decide seguir trabajando de manera que requiere sus servicios. —Necesito que me traiga un café y los informes del mes pasado sobre el contrato con London Corporación, también el balance de ventas de la semana pasada y los informes de los nuevos aprendices. —¿Alguna otra cosa, señor Contreras? Espera por unos segundos mientras la línea se queda en silencio. El hombre, impaciente porque el negocio de su vida está a punto de concretarse en solo unas horas, le invade el sueño pensar y, por un momento, desea tener buen sexo que quite de sus hombros la preocupación; pensar en ella y lo que tiene en mente se borra al instante, al pensar que está sobre la hora. —No, solo despídase, tiene 10 minutos para encontrarme en mi habitación. –Entiendo. Responde Selene con pereza, este hombre realmente la está explotando si no fuera porque necesitaba el trabajo hubiera renunciado el año pasado, llevan trabajando juntos desde hace 4 años con tan solo haberse graduado de la universidad Selene envío su currículum perfecto a la oficina de Julián Contreras, dueño de las oficinas Castro Internacional, una empresa automotriz más importante del país, sin contar con su basta herencia y cuatro mini empresas que se encargan de diseñar, crear y distribuir dispositivos electrónicos, un hombre tan reconocido y reservado como una enorme caja de secretos, quien maneja con mucha cautela tanto sus negocios como su vida privada a pesar de que su familia y gran nombre son la noticia del día cada día de sus vidas. Selene se levanta de su cama entrando en el tocador donde se asea un poco llena de tanto enojo, odiando por completo a su imbécil jefe quien se encarga de hacer su vida un infierno desde que llego a su empresa hace ya cuatro años, en ese entonces sentía que por fin la vida le daría una oportunidad de empezar, de emprender su carrera como diseñadora automotriz, en ese entonces estaba dispuesta hacer el mayor cambio de su vida, un giro de 90 grados debido a que tenía que mudarse de Chicago a Nueva York, aun así estaba dispuesta a intentarlo todo, en ese momento estaban pasando por una grave presión financiera, su padre quien engaño y abandono a su madre les dejo una gran deuda en apuestas de casino la cual han tenido que hacerse cargo desde entonces, su madre Norma perdió el trabajo gracias a una fuerte enfermedad de los nervios debido a los constantes ataques de los hombres a los que aún les deben un poco más de la mitad del dinero y su hermana mayor Renata quien se mataba turnos extras para sustentar la casa y cubrir las cuotas de los pagos mientras la apoyaban a culminar sus estudios, una larga y dura situación que la ha llevado a luchar por el empleo que ahora tiene, tras llegar a Nueva York todo se complicó, el trabajo que deseaba ya no estaba disponible solo quedaba el de secretaria el cual le ofrecieron por su gran desempeño y responsabilidad, aunque no era lo que deseaba no tuvo más opción que tomar lo que en el momento le ofrecían, estaba dispuesta hacer todo lo posible para ayudar a su familia así que se sometió a grandes pruebas las cuales aprobó con satisfacción ante las más de 30 participantes, desde entonces ha luchado por mantener su empleo a pesar de que tiene que soportar a su jefe mandón siente que aporta en su familia una gran ayuda tras todo lo que aún están pasando. Al tener listos los papeles y el café que ella misma prepara para él, se coloca una bata para tapar su sexi pijama y sale a su encuentro en la habitación de al frente a la cual tiene acceso al verla entre abierta para ella, poco a poco se adentra al lugar donde lo ve concentrado en una intensa llamada telefónica, está sentando frente a su laptop con nada más que un mono y sin camisa, haciendo imposible para Selene no fijarse en su abdomen formado mientras acomoda para él los documentos sobre la mesa y su café el cual él toma de inmediato y con una mirada molesta la hace sentarse como de costumbre obligándola a hacer lo que le pide, llevando a Selene a tomar los documentos que él le entrega y revisarlo, dándole una vista directa ante su sensual manera de cruzar las pierna y morderse los labios mientras lee muy concentrada cada detalle sabiendo exactamente lo que el desea que haga, lo conoce a la perfección cada detalle, cada mirada, cada expresión, cada señal, todo, es como si se conectaran haciéndose uno mismo, por ello Julián no la ha despedido, ha sido la primera secretaria que a durado tanto tiempo a su lado, ninguna llenaba sus expectativas hasta que llego Selene, con ella siente aparte de atracción s****l, una fuerte química, como si ella lo entendiera de tal manera que su conexión es instantánea, ella se esfuerza tanto por complacerlo y atenderlo como le gusta que simplemente hacen un gran equipo juntos, aparte de que ella no desea perder su empleo por nada del mundo, ya que depende por completo de el, no puede negar que el imbécil le gusta de tal manera que cuando la manda con tanto carácter activa en ella el deseo s****l que guarda por él, ambos se resisten a lo que sienten por el simple hecho de no mezclar lo personal con lo laborar, Julián trata de mantener esa regla que ante ella se le hace difícil controlar. Selene se encarga de atenderlo como de costumbre, se mueve por la habitación sacando copias e imprimiendo documentos mientras Julián termina de revisar y formular los detalles del contrato, ambos concentrado como es costumbre en su deber, una que otra mirada entre ambos que es inevitable controlar, de tal manera que al Selene agacharse para recoger algunos documentos que se escapan de la impresora su fina bata de seda se sube de manera rebelde dejando ver su corto short y su sensual trasero que altera el pulso de Julián quien se acomoda en el sofá mirándola desde la distancia, mientras trata de calmar su demonio interno que le exige sexo, acción que lo inquieta y lo hace tensar su mandíbula ante tan sensual caminar de Selene quien se acerca a él con determinación, un dominante que trata de controlarse ante su cercanía y la manera en la que ella se arrodilla frente a la mesa que lo separa de él. —¿Desea algo más, señor? Julián está tan tenso ante la sensación que le ocasiona al Selene acomodarse el cabello de medio lado, mientras lo mira esperando respuesta. —¿Imprimiste todo? —Sí, como usted lo ordenó, también lo organice y engrape; todo está organizado por carpetas, tal y como a usted le gusta. ¿Ahora qué desea que haga? La pregunta sale de los labios de Selene de tal manera que Julián se levanta revisando las carpetas que ella ordenó, todo tal y como lo dijo. Selene lo mira fijamente mientras sigue en su posición habitual; Julián la observa un poco con esa mirada dominante que la hechiza por unos segundos, como si tratara de debilitarla, logrando que ella le baje la mirada tal y como a él le gusta. —Puedes irte, ve y prepárate para la reunión. —Como ordene, mi señor. Al Selene intentar moverse, Julián la toma de la mano, deteniendo sus pasos. —Espera. Ordena; su fuerte agarre la asusta. Es la primera vez que él se le acerca tanto; la incomoda y la pone tan nerviosa que, al soltar su bata, ella lo mira de tal manera que le corresponde a su contacto visual, sintiendo que pierde el aliento ante la manera en que le amarra la bata, dejándole saber que le estaba enseñando de más. Al acomodarla, la suelta, dejándola helada ante lo que acaba de pasar, mientras él se da vuelta y camina rumbo a su habitación. – Cierre la puerta al salir. Dice sin mirarla, dirigiéndose a su habitación. Selene toma su agenda y sale de la suite con los nervios de punta, se toca el pecho sintiendo su respiración agitada, apresurándose para abrir la puerta de su suite con nerviosismo y, al entrar, se quita la ropa de prisa, metiéndose directamente a la ducha para calmar su cuerpo que empieza a hervir por el deseo que la invade, que la quema desde adentro. Selene se toca, bajando lentamente; siente sus mejillas hirviendo por la sensación que sintió ante el roce de las manos de Julián y su fuerte agarre. Baja de espacio tocando su abdomen con la yema de sus dedos, los cuales introduce dos en su feminidad palpitante, donde masajea de espacio para darse placer. La imagen de los sexis labios de su jefe no sale de su mente; imaginando que él la toca, se eleva al placer descontrolado que la hace temblar mientras lo imagina jadeando sin parar. Selene sale de la ducha vistiéndose con prisa; la ardua tarea en la ducha le llevó mucho tiempo, así que decide vestirse lo más rápido que puede, colocándose su vestido de prisa. Tropieza con todo tratando de recoger su bolso y su libreta, sale de la habitación tocando la puerta de la suite de Julián por varios minutos, hasta que se da cuenta de que la dejó, así que baja corriendo al recibidor, donde se acerca a la recepción para pedir información. —Por favor, señorita, ¿me puede indicar si mi jefe, el señor Julián Contreras, ya salió? Está nerviosa y solo espera que él le haya dejado un mensaje, sin saber que Julián ha salido con una gran tensión en su cuerpo tras la escena que acaba de presenciar. Tal momento lo ha dejado impaciente, que solo verla lo llevaría a perder el control. Desesperación, necesidad, deseo, uno tras otro lo hizo sentir, volviéndolo impotente ante la situación desconcertante. —Sí, señorita, me temo que el joven salió hace unos minutos. —¡Maldición! Dice Selene, sabiendo que está perdida. Al salir del hotel, toma un taxi para llegar al restaurante donde se concretará la negociación; tras un poco de tráfico, logra llegar al restaurante, donde se baja corriendo por el lugar. Al entrar al restaurante, no logra verlo, y eso la lleva a entrar en pánico. Tras acercarse a la recepción, los nervios la invaden mientras espera al encargado para preguntar, siendo sorprendida por la voz a la que tanto ansía ver. —Pensé que no vendría, señorita Castro. Selene se voltea para ver a su encantador jefe que la espera muy enojado. —Lo siento, señor, y… Julián la interrumpe. – Debería dormir menos y trabajar más. La mirada de Selene lo enfoca con odio mientras Julián la ignora por completo ante su comentario fuera de lugar; ambos caminan a la zona privada del restaurante donde se encontrarán con un príncipe árabe. La tensión se puede sentir entre ambos mientras él le da instrucciones de lo que debe hacer. —No pierda el tiempo y organice mi regreso lo antes posible. —Sí, señor. —A, señorita Castro, la próxima vez no olvide cerrar con seguro la puerta de su suite; no se sabe quién puede entrar y lo que puede hacerle. Selene se detiene mirándolo fijamente, avergonzada; sus mejillas se tornan rosadas ante sus palabras y su mirada. ¿Acaso la escuchó en la ducha?

editor-pick
Dreame - Selecciones del Editor

bc

La embarazada sacrificada

read
3.2K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
101.8K
bc

Venganza por amor: Infiltrado

read
64.6K
bc

Una niñera para los hijos del mafioso

read
53.3K
bc

Mafioso despiadado Esposo tierno

read
25.5K
bc

Eres mío, idiota.

read
3.6K
bc

Profesor Roberts

read
1.7M

Escanee para descargar la aplicación

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook