Caroline Taste-*
Me despierto temprano como de costumbre miro el reloj y son las 7:30 AM, salgo de la cama me coloco la bata de baño y me dirijo hacia el baño abro la ducha y giro la llave para dejar el agua caer, la coloco a una temperatura agradable para mi piel salgo del baño y dejo la ducha con la llave abierta mientras se pone a mi gusto, me dirijo hacia mi closet que es bastante grande parece otra habitación y saco un vestido color azul celeste, unos converse, unas bragas amarillas de encaje y un sostén del mismo color que es su conjunto, dejo toda la ropa tendida sobre la cama y me dirijo a darme una rica y relajante ducha.
Al terminar mi delicioso baño, me visto y me hago como peinado una hermosa cola alta dejando caer algunos mechones de cabello sobre mi frente, me coloco un poco de base, un poquito de rubor para verme natural y un labial color carne.
Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina, lo primero que veo al entrar a ella es a mi querido y hermoso esposo sentado en el desayunador comiendo unos pancakes con huevo, tocino y un baso de jugo de naranja.
Así de ácida se puso mi mañana al verlo, de solo tenerlo cerca me descontrola la ira no lo soporto. Me limité a saludarlo de manera cortante le dije buenos días a lo que él asintió y me dedicó una leve sonrisa.
No voy a negar que se ve jodidamente sexy con ese fino traje versace y esa sonrisa que te estremece, omito todos mis pensamientos y continuo con lo que tenía planeado.
Desayuno en el área de la piscina para evitar verlo y tenerlo cerca y cuando finalizo de desayunar me voy directamente a la cochera por mi precioso Porsche Cayenne n***o del año, eso era lo único hermoso que tenía del bestia de mi esposo.
Justo cuando voy a subirme al carro una voz me saca de mis pensamientos y Davian es quien me habla.
—¿A dónde piensas ir sin consultarme?— Digo en mi mente y este imbécil que se ha llegado a creer que porque estamos casados tiene derecho a saber que hago o que no.
—¿Y según tú debo decirte hasta cuando voy a cagar?— dije de manera cabreada.
—No me jodas, Caroline eres mi esposa y sabes bien que sin escoltas de aquí no te mueves.— estaba recostado de la puerta se ve tan sexy cuando se enoja.
—Perdón no recordaba que era tu esposa imbécil.
—Puedes insultarme todo lo que quieras preciosa, ya di una orden y tú la cumples.— me arrebató las llaves del auto que estaban en mis manos.
—Cómo digas.— Dije maldiciendo a mis adentros.
En realidad sé que esto no es por mi seguridad, sino porque él teme que vuelva a verme con Owual.
La última vez que lo hice fue hace 6 meses desde que Davian se dio cuenta, no me quita un escolta, hasta para limpiarme el coño están presente, la verdad que esto me estresa cada vez más.
Tenía planeado ir a la playa todo el día con mi amiga Allison, el idiota ese me arruinó todo, así que opte por la opción de subir a mi habitación le di las gracias a Dios porque Davian no estuviera en ella y me recosté en la cama reviso mi celular todavía es temprano son las 10:00 A.M. y decido llamar a mi madre.
Tres intentos fallidos de llamar y por fin contesta.
—Si mamá—le contesto.
—Hola, tesoro como va esa vida hermosa y lujosa.— dice con entusiasmo.
Súper— se notaba mi sarcasmo.
Ella nota mi tono de voz sarcástico por lo que me contesta— no sé de qué te quejas Caroline si cualquier mujer anhela tan siquiera la mitad de lo que tienes quién te comprende hija.
—Ese es el problema mamá que todo para ti gira en torno al dinero o la posición social, nunca te has preguntado si realmente soy feliz al lado de Davian, me obligaron a casarme con él para poder salvarle el pellejo a mi padre y porque Davian es temido y respetado por la mafia irlandesa en definición todo lo hicieron por sus beneficios.— mi voz apenas se podía escuchar, sentía que en cualquier momento podía estallar en llanto.
—Cuando podamos hablar civilizadamente ahí me llamas hija, ahora tengo cosas más importantes que hacer que escucharte haciendo berrinches estúpidos.— su voz sonó arrogante, sin darme tiempo a contestar me colgó la llamada.
Solté el celular llena de rabia y impotencia mi madre nunca aceptó a Owual para ella él no era suficiente para mí, no le importaba que mi vida estuviera en riesgo siempre y cuando esté rodeada de lujo y dinero.
Decidí llamar a Allison, ella era la única en quien confiaba y me entendía, es la única que sabe cuanto he sufrido encerrada entre estas cuatro paredes, pero también es quien me ha brindado su apoyo incondicional.
La llamo y enseguida contesta....
—¿Qué tal perra?— dije con una sonrisa le decía así a mi mejor amiga desde siempre.
—Estúpida me tenías olvidada.— se escuchaba a reclamo lo que me sacó otra sonrisa.
—Lo siento es que últimamente mi humor va de mal en peor.— dije en un suspiro.
—Te entiendo estamos en las mismas hoy me llegó una solicitud para trabajar en una empresa de cosméticos súper importante en Corea del Sur la verdad es que me están brindando un buen puesto como contable donde mi sueldo será de 50,000 dólares al mes.
—En serio me alegro mucho por ti Ali, pero no entiendo por qué te molesta?— mi voz se escuchaba con felicidad.
—No es que me molesta en sí, es solo que no quiero marcharme a formar otra nueva vida allá donde aquí tengo una, además me duele dejar a Jason y dejarte a ti.
—Debes pensar en ti además no sabes como será si no lo intentas no debes dejar pasar esta gran oportunidad para tu vida laboral ve vive la experiencia y si no te gusta pues renuncia, pero no te adelantes a los acontecimientos y en cuanto a Jason él lo entenderá si realmente te ama y en cuanto a mí si tú eres feliz yo también lo soy así que vete.
— Quisiera odiarte, eres tan perra que no puedo te amo idiota y lo pensaré más sí.
—Te llamé para invitarte a dar un paseo en la lancha ¿qué dices?
— Lo siento nena hoy no puedo quedé de cenar con Jason y sus padres esta noche y debo comprar algunas cosas para ponerme, mañana si quieres podemos pasarnos todo el día en el mar.
—Está bien entiendo que te vaya bien te quiero y cuídate.
—Gracias te amo besos.— dije despidiéndome.
No sé que me pasó, me quedé dormida por unas largas horas desperté porque el hambre me atacó y cuando mire el reloj eran las 3:30 pm.
Así que decidí bajar a la cocina por algo de comer en la cocina se encontraba la chica que preparaba la comida y uno que otros empleados de la limpieza, almorcé y subí de nuevo a mi habitación la cual también compartía con mi esposo era lo lógico.
Observé la piscina por unos minutos y me dieron ganas de nadar un poco, fui a mi closet tome un bañador color n***o de dos piezas, me coloqué bronceador amarre mi pelo, escogí una revista del baño, mi celular, una toalla y me dispuse a bajar.
Me siento en uno de los sillones, enciendo mi celular y empiezo a revisar mis mensajes, tenía unos cuantos de Owual así que decidí responderle.
Owual: ¿Cómo estás cielo?
Yo: bien amor, tenía pensado escribirte, pero imagino que debes estar ocupado con tu trabajo y las peleas.
Owual: Sabes que para ti tengo todo el tiempo del mundo princesa.
Yo: Me alegra saber que estás bien, te amo nunca lo olvides.
Owual: espero verte pronto ya estoy ansioso por que regreses de Cancún.
Yo: por ahora no puedo amor debo cerrar unos negocios de mi padre y la verdad me está costando mucho trabajo hacerlo, pero prometo verte pronto te amo.
Owual: también te amo besos cuídate.
Apagué el celular y una lágrima corrió por mi mejilla, me sentía tan mal y débil le estaba fallando al hombre que amaba, le mentí a Owual le hice creer que estoy de viaje en Cancún cerrando unos negocios de mi padre, la verdad es que no quiero que sepa lo que realmente sucede con mi vida, pienso contárselo pero necesito tiempo.
Me metí a la piscina y nade durante un buen rato luego salí de la piscina tomé la toalla me seque un poco y subí a mi habitación a cambiarme ya había oscurecido por lo que supuse que Davian ya se encontraba en la casa.
Davian Miller-*
Luego de haber discutido con Caroline como siempre, me aseguro de que su escolta cumpla con su trabajo, la última vez que salió sola, casi mato a Owual el idiota que no permite que ella pueda amarme, nunca he tenido la oportunidad de encontrarme con él a solas él nunca me ha visto pero yo si a él.
Me dirijo hacia mi empresa la cual es una fachada para poder traficar sin tener monos vigilándome, desde que entro me espera Verónica con una taza de café y unos papeles y como siempre con una ropa bien seductora no sé hasta cuando piensa seguir con esa idea estúpida de volver a conquistarme.
—¿Qué quieres Verónica? —como de costumbre le hablo con desdén.
—Quería ver como iba tu mañana tesoro y si necesitabas relajarte.— dijo de manera coqueta.
— Mi mañana va tan cabrona que créeme si quisiera relajarme estuviera follando con mi esposa y no aquí viéndote tirar tu dignidad por el suelo.—dije sirviéndome un trago de whisky.
—Una risa burlona salió de sus labios-a quien intentas engañar te casaste con una estúpida que ni la hora te da, en cambio yo te doy los mejores polvos de tu vida y los sabes.
Esas sandeces que me dijo fueron el detonante para estrellar la taza que en ese momento se encontraba en mis manos y en fracción de segundos ya la tenía por el pelo.
—¡Suéltame! Imbécil me estás lastimando.
—La próxima vez que vuelvas a abrir la boca para hablar mal de mi esposa no vives para contarlo y sabes bien que no me tiembla el pulso, al menos mi esposa no es una puta que se vive revolcando con quien le pueda dar beneficio.
—¿Me puedes soltar animal?
—Claro, espero que sepas muy bien cuál es tu lugar aquí y también que estás aquí porque yo quiero, mi paciencia tiene un límite y no querrás que llegue a su tope.— la solté de golpe.
—Entiendo señor espero que tenga un buen día.
Esta mujer va a hacer que pierda la cordura y termine acabando con su vida, no soy de maltratar a las mujeres, esta mujer hace que pierda el control.
Luego de que sale Verónica de mi oficina vuelta una fiera, cojo el teléfono y marco al servicio de limpieza para que vengan a recoger los trozos de vidrio que están esparcidos por toda la oficina.
En cuanto terminan de recoger todo y dejarlo como nuevo me decido ir al almacén a ver como van con las mercancías, al llegar veo a Evans desde lejos peleando con las muchachas que embazan el material.
—No sabía que estabas aquí casi nunca vienes ¿Pasó algo?— dijo preocupado.
—No hermano tuve unos pequeños inconvenientes nada que no pueda resolver y decidí venir a ver como iban las cosas por aquí.— le di una palmada en su espalda.
—Entiendo que bueno verte teníamos días sin vernos cuéntame como va todo en casa y esa vida en el matrimonio.
— Quisiera decirte que todo va de maravilla, te miento si lo hago, Dios ni una sola noche de sexo he tenido con ella puedes creer esto y cuando llego a mi casa es un infierno todo se transforma en discusiones y estrés la verdad es que ya no sé que hacer.— se notaba la decepción en mis palabras.
—Y que esperabas hermanito que todo fuera color de rosa, vamos no te casaste lo que hiciste fue comprar una mujer la cual ya tenía una vida hecha, ella no te ama y creo que para hacerlo tendrás que ir con un brujo o tu mismo practicar hechicería porque esa mujer te odia y la entiendo sabes.
—Sé que hice mal en obligarla a casarse conmigo, no seas ciego le doy lo que cualquier mujer desearía tener, no entiendo cuál es su desconformidad.
— Lo dices tan fácil, espero que puedan ser felices algún día.
— Yo también lo espero, bueno me hizo bien verte espero que todo siga saliendo bien luego te invitaré a la casa a cenar y que lleves a tu amigo el boxeador ese que sale en la televisión tengo unas grandes ganas de conocerlo.
—Está bien hermano cuenta con eso nos vemos luego.
Salgo de la oficina y me dispongo a conducir hacia mi hogar.
Si mi hermano lleva a su amigo el boxeador que es Owual, Caroline se dará cuenta de la clase de hombre que es no todos son unos santos me he mantenido investigando sobre cada detalle de su miserable vida y por lo que sé, se vive acostando con unas cuantas mujeres aparte de Caroline.
Pero ahora mismo la mujer con la que él sostiene una relación sentimental formal aparte de Caroline mi esposa, es la hija de su entrenador.
No puedo negar que es una mujer hermosa, pero no tiene comparación con la obra de arte que tengo como esposa, hasta donde sé ellos están juntos desde hace 8 meses ósea un mes antes de yo haberme casado con Caroline.
Lo que tengo planeado es que en esa cena ambos se encuentren con la cruda verdad y ella se dé cuenta de la clase de hombre que es el tipo que dice amar.