1
20 de Enero de 2017
-Saldrá todo bien, no te preocupes.-Me brinda apoyo.
-No sé Abril no estoy segura.-Confieso.
-¿Ya estás nerviosa?
-La palabra nerviosa se queda corta comparándola con mi estado actual.
-Entonces... ¿Qué palabra debería utilizar?
-Aterrada.
Abril ríe.
-Oh vamos Cleo solo es una entrevista de trabajo.-Le resta importancia.
-Sí pero...
-Nada de peros.-Me interrumpe.-Termina el desayuno y te llevo a tu entrevista. Te va a ir genial.-Levanta los pulgares.
Hago caso a mi hermana y termino mi desayuno rápidamente. Me doy los últimos retoques. Mi maquillaje está perfecto, mi chaqueta de color n***o con mi camisa de volantes de color blanco y mis pantalones de color n***o que realza mi trasero está perfecto. Mis tacones no son muy altos, también son de color n***o. El color n***o da profesionalidad en las empresas aunque la verdad no sé el motivo. ¿Qué más da los colores con los que vistas mientras estés bien vestido?
Mi cabello castaño rojizo tiene todas las ondulaciones perfectas. Me sigo observando en el espejo y suspiro.
-Perfecta...-Susurro.
La verdad no soy partidaria de vestir tan "elegante". Me gusta más el estilo deportivo con la típica sudadera con mallas y deportes. Me veo tan... rígida.
-¡Vamos Cleo, no puedes llegar tarde! ¡No es profesional!-Grita Abril desde el salón.
-¡Voy!-Salgo del cuarto de baño y repaso en voz alta lo que llevo para impresionar a mi jefe o jefa.-Carpeta, documentación, currículum, boli... ¿Dónde está el bolígrafo azul?
-¡Cleo!
-¡Sí, voy!-Cogo la cartera de piel de color marrón y cierro la cremallera para que no vuelva a cometer el estúpido error de que se me caiga todo. Ya me ha pasado cuatro veces esta semana.
Cuando salgo Abril ya está en el coche con el motor en marcha.
-¿Por qué has tardado tanto?
-No encontraba mi bolígrafo azul.
Abril suspira. Pone en el GPS la dirección de la empresa.
-En la guantera hay uno, cógelo pero dudo de que lo utilices. No creo que te hagan escribir a menos que sea para firmar ya el contrato y por lo general el mismo día de la entrevista no te dicen si estás o no contratada a menos que sea un caso especial.
-Lo sé pero aunque parezca idiota me siento más segura si llevo conmigo mi bolígrafo azul.
-Te daré un consejo, sé tú misma. Si te pones el listón muy alto solo derrocharás prepotencia y créeme que en las empresas el único que puede irradiar por cada poro prepotencia es el jefe o la jefa.
-Entiendo.-Saco de la cartera unos papeles.
-¿Qué es eso?-Pregunta Abril.
-Mi discurso.
-¿En serio Cleo? ¿Un discurso? Eso no es ser tu misma.
-Bueno quiero ser precavida, no quiero meter la pata en la entrevista y seleccioné las palabras adecuadas para decir e impresionar al jefe o jefa.
-Bueno... ¿Qué sabes de la empresa en la que tienes intenciones de trabajar?
-No mucho, solo se que se llama Butler's Liberty. No sé si es la empresa de un hombre o mujer. Solo sé que es una empresa grande y tiene muchas sucursales en otros países, trabajan más de mil personas para Butler's Liberty.
-¡Más de mil personas!-Grita impresionada Abril.-Dios mío Cleo imagínate que te dan el trabajo, si la empresa es enorme y tiene tantos trabajadores es porque la empresa va realmente bien y... ¿sabes qué significa eso?
-No...
-Que vas a tener un sueldo exagerado ¿Entiendes? Puedes llegar a cobrar más de cinco mil trescientos doce dólares.
-No creo que...-Me interrumpo cuando visualizo el edificio de la empresa.
-Madre...
-Mía...-Termino la frase por Abril.
-Se ve... enorme.-Es lo único que alcanza ha decir Abril.
-Sí...-Susurro.
-Mucha suerte Cleo. Recuerda, no te pongas nerviosa, no te toques el cabello ni gesticules mucho con la manos.
-Yo no gesti... bueno un poco sí que gesticulo.-Me sincero.-Bien allá vamos.
Bajo del coche y antes de cerrar la puerta miro a mi hermana.
-Te irá bien, confía en mí. Tienes potencial. Te quiero.
Sonrío.
-Te quiero Abril.-Me despido y cierro suavemente la puerta del coche.
Doy unos pasos y me detengo en la entrada. La puerta es enorme y el letrero con el nombre de la empresa es gigantesco. Es como estar apunto de entrar en un mundo de gigantes.
Nada más entrar veo un mostrador. Principalmente lo utilizan los clientes y en este caso una futura trabajadora preguntando a dónde debo ir para mi entrevista. Siendo sincera lo de futura trabajadora debería suprimirlo ya que no sé con certeza si me contratarán o no. Me muevo lentamente para que mis nervios no me hagan tropezar.
Una vez en el mostrador veo a una mujer de cabello rubio con despampanantes ojos verdes y una figura que haría que cualquier modelo se sintiera insegura de su propia belleza. Me visualiza y me regala una sonrisa con esos dientes blancos como perlas. Se acerca y pone ambas manos en el mostrador.
-Buenos días soy Liliana Holt. ¿En qué puedo ayudarla?
-Hola.-Sonrío.-Estoy aquí porque tengo una entrevista.
-¡Oh! ¿Es usted Cleo Faus?
-Sí.
-Adara te está esperando con impaciencia.
Adara... es nombre de mujer por lo tanto tengo una jefa. Espero que no sea un ogro.
-¿Dónde tengo que dirigirme?
-Ahora mismo le muestro como llegar al despacho de Adara. Es fácil perderse aquí así que por favor sígame.
Sale por una pequeña puerta situada en el costado del mostrador. Camina con delicadeza y refinamiento. Al situarme detrás de Liliana observo que tiene unas bonitas curvas y un trasero envidiable. Me anoto mentalmente que debo ir al gimnasio. Mi figura es demasiado delgada y poco llamativa. Si estrecho lazos de amistad con Liliana debo pedirle consejos de belleza.
Mientras pienso mentalmente en los ejercicios que tendría que hacer para realzar aún más mi pequeño trasero Liliana se detiene y me señala una puerta.
-Aquí se encuentra Adara. Ella te dirá que hacer.
-¿Hacer? Pero yo tengo una entrevista aún no sé si estoy o no contratada.
-Oh cielo no te habrían llamado tan rápido sino te necesitasen.
-¿Quieres decir qué prácticamente estoy contratada?-Pregunto con un poco de esperanza.