Prólogo
EMILIA
Creo que desde la primera vez que lo vi me enamoré completa y perdidamente de él.
Todo en Liam me llamaba la atención, pero yo era una pequeña de dos años cuando nos conocimos y él de 10 años.
En ese entonces era completamente imposible que existiera algún tipo de relación o sentimientos profundos entre los dos, éramos unos niños y solo nos teníamos cariño.
Crecimos juntos, vivimos variadas experiencia mientras crecimos, incluso, en muchas oportunidades de noche me arrancaba a su habitación para dormir junto a él y Liam con los brazos abiertos me recibía aferrándome a su pecho para descansar.
Siempre a sido mi lugar seguro y de paz.
Nunca sucedió nada entre nosotros por que éramos niños y por la diferencia de edad, eran 8 años, número que no era menor por ese entonces y como tal, nos compotabamos como niños, aunque él siempre me ha tratado con respeto y cariño, cualidades que amo en Liam, es todo un caballero.
Nos volvimos inseparable y se que no solo por mi obstinación de querer estar siempre con Liam por mi enamoramiento infantil, si no, por que se que él también me quería de una manera que era muy difícil de comprender para todo el mundo y más considerando nuestras edades.
Pero fuimos creciendo y para cuando yo tenía 10 años yo ya sabía que lo amaba con todo mi ser y que quería estar por siempre con él.
Ya sabía que Liam era, es y siempre será el hombre y el amor de mi vida.
Lamentablemente, por ese entonces él tenía 18 años, todo un adulto, y su vida, aunque fue un muy buen estudiante, siempre respetuoso y un completo caballero, no dejo de vivir las experiencias que correspondían a esa edad.
Me tocó verlo borracho, drogado y teniendo sexo con mujeres.
Fue bastante traumante lo último, al comienzo no entendía que hacía con las mujeres hasta que fui creciendo e investigando y lo comprendí.
Fue como si clavarán un puñal en mi corazón al comprender que él no me quería como yo lo hacía.
Que solo me veía como una niña y hasta ese momento, jamás nunca me lo había dicho hasta que una vez me atrapó observando lo que hacía con aquella chica...
"Son cosas de grandes que no comprenderás, ve a jugar con tus muñecas Emilia, todavía eres una niña para esto. Vete y no molestes"
Me dijo palabras que si bien no fueron completamente hirientes, si me dolieron en lo mas profundo de mi corazón.
Cuando se fue a la universidad las cosas cambiaron notablemente, ya no nos veíamos como antes, ya no pasaba las fiestas con nosotros y venía solo en ocasiones especiales y cuando terminó su carrera, sucedió lo que tanto temía...regreso a su país, a Londres junto con su familia.
Se fue, me dejo sola y ni siquiera se despidió.
Fueron dolorosos años los que tuve que soportar no verlo, no saber de él o como iba su vida.
Lo amaba, claro que lo hacía, en ningún momento mis sentimientos por él murieron, al contrario, crecieron cada día más.
El tiempo pasó, entre a la secundaria, conocí nuevas personas, nuevos amigos y vivi nuevas experiencias.
Quise dejar a Liam en el olvido como él lo había hecho conmigo.
No se en que momento cambió, dejé de importarle o de quererme, pero su madurez trajo consigo nuevos sentimientos en los cuales yo ya no estaba incluida.
Siempre seré una niña ante sus ojos.
Así que, teniendo en cuenta que él ya no existía en mi vida, comencé a vivir la mía bajo la sombra del gran amor que le tuve y a la cual, ya no me podía seguir amarrando.
Lo deje ir, deje ir mi estúpido amor por él aunque una parte se fue con él sin quererlo...
Los chicos de mi escuela me llamaron la atención, salí con algunos pero nunca nada serio, mi padre es un hombre demasiado celoso que los espantaba a todos y no dejaba que nadie se acercará a mi.
¡Mi padre está loco! Pero lo amó de igual manera, es mi más grande héroe.
Mi hermosa madre siempre salía en mi defensa y me ayudaba en la mayoría de las ocasiones, pero igual mi querido y gruñón padre se las ingeniaba para evitar que incluso, me diera un beso con algún chico.
Obviamente, siempre conseguía burlar su seguridad con ayuda de mi madre, mi abuelo Robert y mis hermanos, por sobre todo de las trillizas que eran un caso especial, cual de las tres esta más loca, por sobre todo la menor...Damaris, era la que más dolores de cabeza le traía a nuestros padres y la que sin duda, estaba haciendo pagar a papá por sus errores pasado como el siempre dice...
"Contigo estoy pagando todo el mal que hice en esta vida" Lo escuche una vez decir y madre, solo se reía a su lado.
"El Karma querido, el karma" respondía ella con esa tranquilidad que la caracteriza.
Son un matrimonio envidiable y espero el día de mañana conseguir el mío propio, el cual, no debe ser ni la mitad de lo que ellos tienen, debe ser igual o superior.
Me criaron para siempre tener lo mejor y eso incluye, a un buen hombre que me acompañe en esta vida.
Pero como les decía, siempre encontraba la manera de escabullirme para ir a fiestas, salir con mis amigos o conocer chicos, hasta que lo conocí a él, Brandon, un chico tierno, amoroso, simpático y todo un s*x symbol, el chico malo de la escuela y el más sexy, también el más mujeriego pero eso me daba igual, por ese entonces solo deseaba vivir las experiencias que me entregaba mi adolescencia.
Y si, perdí mi virginidad con él y aprendí todo lo relacionado en cuanto al sexo se refiere, o lo que él conocía por ese entonces, ya que al ingresar a la universidad, conocí otro mundo.
Siempre quise que fuese Liam el primero, pero él hacía años que me había olvidado y yo no podía esperar eternamente por un amor no correspondido.
No señor, era una chica de 17 años en aquel momento, que necesitaba vivir todos los placeres de la vida, incluyendo el sexo y lo hice, disfruté como nunca y no me arrepiento, de alguna manera todo lo que he hecho me han formado como la mujer que soy el día de hoy.
Mi padre toda la vida me prohibió acercarme a Liam de una manera que fuera más allá de la de un hermano o mejor amigo, debería haberlo escuchado y así no hubiera perdido mi tiempo amando a quien no lo merecía.
Aunque siendo sincera, no me arrepiento de amarlo, me arrepiento de haber dejado escalar mis sentimientos a un nivel que llegó a ser demasiado tóxico para mí, me obsesione con la idea de tenerlo conmigo, de que fuéramos felices cuando estaba claro que él no deseaba lo mismo conmigo.
Recuerdo como de un día para otro dejo de ser aquel muchacho que me priorizaba y defendía contra todos, para volverse un ser frío, distante e hiriente. En ese momento debí dejar de amarlo pero hice lo contrario, me seguí aferrando a la idea de un final feliz cuando estaba lejos de ser así.
Hoy, me puedo considerar libre de aquel tóxico amor, ya no lo extraño como lo hacía antes, ya no lloró por las noches pensando en cómo está o qué estará haciendo, no, simplemente dejo de importarme.
Y me siento libre, feliz y con mi corazón sanado, siento que puedo volver a amar e intentar ser feliz con alguien más.
- Hola muñeca. ¿Cómo estas hoy? - dice Anabella pasando uno de sus brazos por sobre mi hombro.
Anabella, hermana de Liam y el único vínculo que tenemos actualmente, ella sabe todo sobre "nosotros" y como terminaron las cosas, por lo cual, no me dice nada de su hermano ni por error, cosa que agradezco en el alma.
Mi querida amiga Anto, se vino hace años a Nueva York, donde estudiamos juntas en la secundaria y ahora, vamos juntas a la universidad. Lleva al menos 6 años viviendo con nosotros y es un amor, mis padres la adoran.
Es divertido como casi todos los hijos Rizzo han vivido con nosotros cuando mi padre odia tanto al señor Alex y se, que hay algo de esa historia que me estoy perdiendo.
- Bien, algo cansada por que me quedé estudiando hasta tarde, pero bien - le respondo viéndola con una pequeña sonrisa.
- Arrg, siempre tan aplicada y no se para que estudias tanto si tienes tremenda fortuna esperando por ti - dice y yo largo una pequeña risa, ella igual, sus padres tienen la empresa de tecnología más grande y mejor del mundo.
Son los número uno en ese campo.
- Touché amiga mía y lo hago, por que independiente de eso que mencionas, me gusta estudiar, me gusta tener buenas calificaciones y el día de mañana cuando me toque asumir la presidencia de la empresa familiar, quiero estar a la altura. No puedo ser menos que mis padres y lo sabes - respondo y ella rueda los ojos.
- Lo sé, lo sé, la futura CEO de los Hoteles R&E - dice haciendo muecas chistosas.
- Tu también lo serás algún día, así que, no sé de que tanto te quejas - le replicó y ella hace una cara de espanto ante mis palabras.
- ¡Dios me libre! Para eso está Li...lo siento- se detiene y me da una mirada de disculpa, pero le resto importancia, ya no me afecta su nombre como antes -...Como decía, para eso está mi hermano mayor, yo no quiero seguir por ese camino - dice encogiendose de hombros y si, tiene razón, es él quien debería asumir esa posición al ser el primogénito.
- ¡¿Pero que dices?! Si eres la mejor en ese campo, sería una pérdida que no te dedicarás a aquello. La mejor Hacker del mundo - le digo, hace una mueca al comienzo y luego sonríe con orgullo ante lo último.
- Lo soy, pero da igual, hablemos de otra cosa. ¿A todo esto, a donde vas? - me dice cuando ya me ha seguido por todo el campus haciéndome soltar una carcajada.
- ¡Estás loca! Voy a dirección, me mando a llamar el rector - le digo y ella abre los ojos como platos.
- ¡¿En serio?! A mi también, que raro...- dice y si, que yo sepa nos hemos comportado desde que volvimos a clases.
Estamos comenzando nuestro tercer año de universidad, solo llevamos dos semanas de clases, por lo cual, me parece raro que nos manden a llamar.
- Hmm, que querrán de nosotras? Que yo sepa no hemos hecho nada malo, o si? - Le digo y Anto se queda pensando por unos segundos hasta que niega con la cabeza.
- No, hemos sido unos angelitos - suelta haciendo una pose de ángel que me saca una risa de inmediato.
Seguimos caminando por los pasillos hasta que llegamos a dirección, indicamos que fuimos llamadas y nos indican que tomemos asiento mientras nos llaman.
- Esto es muy raro - dice Anto en un susurro y solo asiento en respuesta.
Nos quedamos en silencio hasta que mencionan nuestros nombres haciendo que nos pongamos de pie de inmediato.
- Chicas, ya pueden pasar - nos dice la secretaria del director de forma amable.
Hacemos cuanto nos indica hasta que estamos frente al hombre que tiene el poder de echarnos si se le antoja, pero siendo honesta, así fueramos los peores seres humanos del mundo, no lo harían.
Nuestros apellidos nos respaldan de una manera que llega a dar miedo a veces, por sobre todo por el lado de Anto, por que su padre tiene toda la pinta de ser uno de esos mafiosos ingleses que tienen el mundo a sus pies.
Cuando pequeña me daba miedo verlos, pero al crecer vi que no me harían daño y ya dejé de temerles.
- Señoritas, un gusto tenerlas por aquí. ¿Cómo están? - nos pregunta el rector con una amabilidad que me descoloca y con Anto nos damos una rápida mirada antes de responder.
- Bien señor, estamos bien...pero no entendemos el motivo por que el que fuimos llamadas - voy directo al hueso, no se que hago aquí y quiero saberlo ya.
Veo como el rector quita su sonrisa estúpida del rostro y carraspea para ponerse serio.
Se que mi familia y la de mi amiga hacen cuantiosas donaciones todos los meses y que él hombre que tengo enfrente, agradece aquello y que por ese motivo es tan...amable.
Amabilidad que ahora no me interesa.
- Si, correcto. Como ustedes muy bien saben, esta universidad se encuentra dentro de la IVY League donde se están las 8 universidades de mayor prestigio de los Estados Unidos y cada año, cierto número de alumnos son seleccionados para hacer un intercambio a las universidades más importantes de Europa y viceversa...- suelta y mi corazón comienza a latir desesperado. Veo a mi amiga que se encuentra con los ojos abiertos ante lo que escuchamos, todavía no termina y ya sabemos que nos dirá -...y ustedes dos, han sido las más sobresalientes en lo que va de la carrera y han sido seleccionadas para este intercambio hacia la universidad de Cambridge...
Dejo de escuchar lo que esta diciendo, mi corazón late desbocado, las manos me comienzan a sudar y el cuerpo a temblar por lo que eso significa.
Mierda, dije que lo olvidé y es así pero por que se que esta a miles de kilómetros de distancia, un enorme océano nos separada y esto, carajos...no quiero.
No estoy lista para verlo o verlo con alguien más, no, ¡no lo estoy!
Han pasado años desde que lo vi y no se que será de mi si lo tengo enfrente, bastante tiempo me costo olvidarlo, como para ahora ir a instalarme justamente donde el idiota de Liam vive, lo que sin duda hará que me confunda una vez más y a mi ya lastimado y supuestamente reparado corazón...