Maria Eduarda
El dolor que estoy sintiendo ahora no puede medirse con simples palabras, porque es demasiado fuerte para ser soportado. Mientras escucho a la pareja frente a mí, me pregunto, mientras mis lágrimas caen...
¿Por qué?
¿Por qué?
¡Solo quería entender por qué fui traicionada por las dos personas en las que más confiaba en mi vida!
¿Cómo fui tan idiota?
¿Cómo no me di cuenta de nada?
Él ya había dado algunas señales, pero ¿por qué no me di cuenta, por qué?
El dolor me consume, me desgarra por dentro, son tantos sentimientos conflictivos dentro de mí, la desesperación me golpea y ni siquiera sé el camino a tomar en cuanto logre salir de aquí.
Me estoy preguntando qué hice mal para ser doblemente traicionada. ¿Acaso faltó algo en mí o en nuestra relación para que mi prometido Dennis, mi amor, el hombre con quien iba a casarme me usara de tal forma? Sin hablar de Tamara, mi gran amiga, asesora y confidente, a quien amaba como a una hermana, ¿cómo pudieron hacerme esto?
¡Ella era mi amigaaaa y él mi prometidoooo! — grito en mi cabeza mientras intento tapar mis oídos para no seguir oyendo todo lo que sucede al otro lado de la puerta.
Estoy desesperada, mi corazón está destrozado con semejante puñalada trapera, ni si me dispararan o me golpearan el dolor sería tan grande como el que estoy sintiendo ahora. Al mismo tiempo me siento una gran idiota por creer fielmente en personas tan bajas, hipócritas, falsas, engañosas, mentirosas.
Son tantas sensaciones que se encuentran dentro de mi interior, pero ninguna de ellas es buena, todas son tan horribles que ni siquiera sé el camino a seguir cuando salga de aquí, porque estoy tan desorientada por tanto dolor, que solo quisiera ser engullida por la tierra hasta que pase.
Me estoy preguntando ¿qué hice mal para merecer una doble traición?
¿Acaso la traición fue mi culpa?
¿Fallé en mi relación? Y si fallé, ¿dónde fue?
¿Acaso no fui una buena amiga?
Porque en este momento realmente no sé qué pudo haber faltado en mí o en qué fallé para que esto esté sucediendo conmigo ahora.
¿Dónde no fui suficiente? — las voces gritan en mi cabeza con cuestionamientos, aunque intento sofocarlas, pero no se callan, no paran. — pienso acostándome en el suelo del baño mientras miro al techo blanco sobre mi cabeza, todo a mi alrededor es blanco, pero mi interior es pura oscuridad.
Amaba tanto a Dennis, mi prometido, y también amaba a Tamara, mi mejor amiga a quien tenía como hermana, aquella que me daba excelentes consejos y mira ahora... Estoy aquí escondida en la suite del hotel donde trabajo de empleada de limpieza, mientras escucho a los dos teniendo sexo en esta habitación, justamente los dos que siempre decían odiarse, que siempre se molestaban el uno al otro, están a pocos metros de mí teniendo sexo apasionadamente, haciéndose promesas de amor el uno al otro y lo peor de todo es ser ridiculizada y ver que soy objeto de burla para ellos, escuchar todo lo que ahora dijeron sobre mí me está destruyendo.
No debería ni siquiera estar en este hotel, ya que trabajo en otro de la misma cadena, pero justamente hoy, me solicitaron para cubrir a una empleada que faltó.
Jamás pensé que la cama que arreglé y que incluso exigieron que se le colocaran pétalos de rosas y una elegante botella de champán, algo que ni siquiera es mi responsabilidad hacer, fuera para recibirlos a ellos, una pareja de la que me dijeron que estaba muy enamorada y que celebraba un año de noviazgo, la pareja VIP del hotel, ya que vienen aquí con mucha frecuencia.
¿Un año?
Me pregunto en qué mundo vivía para no darme cuenta de que tenían un romance todo este tiempo.
Si yo llevo un año y medio con Dennis, entonces hace un año que me han tomado de tonta. Sí, eso mismo, si no lo estuviera viendo con mis propios ojos, no lo creería. Y él nunca hizo eso por mí, incluso cuando me pidió matrimonio, fue porque yo quería terminar nuestra relación, ya que lo sentía distante y quería que él fuera feliz, aunque yo sufriera por no tenerlo más.
Siempre he sido así, sacrifico mi felicidad para ver a los demás felices, aunque eso me destruya.
Él dijo que no, que me amaba y que deberíamos oficializar nuestra unión; el día del compromiso, su madre y su padre ni siquiera se tomaron la molestia de asistir a nuestra cena de celebración, ya que no me consideran digna del hijo heredero de su tienda de barrio.
Dennis es ese tipo de hombre que es el más bien hablado del barrio y que probablemente tendrá un futuro grandioso, el que pasa y todas las mujeres babean, el que tiene padres con excelentes condiciones financieras, mientras que yo soy solo la hija de un hombre que siempre se mete en problemas, y una madre sumisa que baja la cabeza ante todas las humillaciones que mi padre le hace pasar, la típica pobretona, que vive en el apartamento más pequeño y que siempre escucha interminables peleas de sus padres, que no tiene el valor para poner fin a esa relación enfermiza de completa dependencia emocional.
— Ahhh... eso... más fuerte mi amor, más fuerte.
Presiono mis manos en mis oídos en otro intento tonto de acabar con el ruido que entra en mi mente, ruido que probablemente recordaré una y otra vez en mi mente destruida.
Podría acabar con todo ahora, pero mi madre necesita mi ayuda con las cuentas de la casa y mi encargada no me quiere nada, incluso ya ha amenazado con despedirme varias veces, si no fuera por mi gran amiga Hilary probablemente ya habría sucedido. Por este motivo, sigo aquí escondida en el baño, con miedo de que me descubran, estaba planeando salir sigilosamente, pero cuando escuché y reconocí de quién eran esas voces me quedé paralizada y hasta ahora sigo aquí paralizada, sin valor para mover un pie y salir de este lugar.
Las lágrimas corren sin parar mientras los gemidos se vuelven cada vez más altos e insoportables, si alguien ha pasado por una traición, por favor, díganme. ¿La culpa fue mía? ¿Hice algo mal para merecer esto? Porque en este momento mi mente está en un colapso tan grande, que ni siquiera sé qué pensar ni cómo actuar ante todo este caos.
Después de algunos minutos los gemidos se detienen, el único ruido que viene del cuarto es de sus respiraciones aceleradas, es decir, acaban de tener relaciones y de destrozarme por dentro también.
Ahora solo puedo pensar en la rabia que siento de mí misma, por dejarme hacer de tonta, por haber aprovechado mi bondad para engañarme.
Después de algunos segundos reuní el valor para mirar por la rendija de la puerta que da frente a la cama, ellos están cubiertos con una sábana fina de seda, mientras Tamara tiene su cabello rubio y largo esparcido sobre la almohada, ella es esa mujer famosa por su belleza, que tiene un gran trasero y pechos enormes, ojos claros, cabello siempre muy bien arreglado y uñas postizas, así como las pestañas también, es admirada por su belleza en el barrio, al igual que Dennis, por su metro ochenta, brazos fuertes, pecho ancho y sonrisa encantadora.
Siempre me preguntaba qué vio él en mí. Todas las mujeres que conocía decían que tenía suerte por tener un príncipe a mi lado, deberían estar aquí ahora para ver cómo ese príncipe se convierte en sapo. El hombre que sin duda más odiaré en la vida a partir de hoy.
— Tienes que hacer algo Dennis, estamos celebrando un año, no entiendo por qué sigues con la boba de Eduarda, sabes muy bien que ella jamás será suficiente para ti. — dice Tamara.
¿Yo una tonta? ¿Realmente está diciendo eso? ¿Dónde está mi amiga que decía que yo era maravillosa? ¿Dónde?
Él le sonríe y dice:
— Solo estoy con ella para provocar a mis padres, ellos creen que mandan en mí y pueden programar mi futuro, por eso elegí a la chica más pobre del barrio, pero no llegaré a tanto, días antes de la boda terminaré el compromiso.
Mi corazón sangra aún más ahora, ¿entonces fue por eso que él estaba conmigo?
— Ja ja ja... le pediste matrimonio solo para evitar casarte con Ingrid, es hasta gracioso.
¿Ingrid? ¿La hija de la mejor amiga de su madre? Sabía que esa chica no iba a su casa sin razón.
Cuántas veces cuestioné a Dennis sobre esa chica, y él siempre decía que era ‘solo una amiga de la familia.’
¡Todo mentira! ¡Todo...!
— Eduarda es una tonta, Ingrid es otra. Tus padres podrían encontrar una mejor novia para ti, mi amor. — dice Tamara con voz melosa, dándole un beso en los labios.
Siento asco solo de ver la comprensión de los dos.
— Lo sé, pero no me casaré con ninguna de las dos, ¿de verdad crees que voy a llevar a Eduarda al altar? Ja ja ja... apenas sabe cómo tener buen sexo, hasta besar tuve que enseñarle. Eduarda hasta hoy no ha aprendido a satisfacerme, tal vez sea su cuerpo, demasiado delgado, ya que no tiene tantas curvas. Dicen que las mujeres brasileñas tienen bellas curvas, entonces Eduarda nació en el país equivocado, porque nada en ella es lo suficientemente bueno, hay momentos en que tengo que esforzarme al máximo para sentir placer con ella, porque se vuelve casi imposible. Pero sabes qué, pronto terminaré con esto, solo deja que mis padres se enojen un poco más.
¿Él no sentía placer? ¡Apenas entraba en mí y ya se venía!
— Ja ja ja... ¡ni siquiera para satisfacerte sirve! Imagino cómo fue para ti quitarle la virginidad, debió haber llorado por horas.
Cierro mis manos en puños al escuchar eso, no puedo creer que él le contó cómo fue quitarme la virginidad, realmente sentí dolor, Dennis dijo que pasaría, con el tiempo el sexo incluso se volvió bueno, pero nunca supe lo que era tener un orgasmo, ya que él apenas entraba y ya se venía, luego se daba la vuelta y dormía.
¡Cretino!
— Ella no sabe dar placer a un hombre, no es de extrañar que no hayamos tenido relaciones desde hace meses, ya no siento deseo por ella, creo que no voy a esperar esos dos meses para terminar este noviazgo, voy a acabar con él en los próximos días.
Abrazo mi cuerpo mientras las lágrimas caen al escuchar esto, la rabia que siento se mezcla simultáneamente con el dolor, la vergüenza y la tristeza.
— Calma mi amor, bien podrías abandonarla en el altar, ¿te imaginas?
¿Abandonada en el altar?
Él sonríe ante la idea que ella le sugirió, pero antes de que responda un ruido suena en el recinto.
Bi, bi, bi...
Mi buscapersonas empieza a sonar, veo que es mi encargada llamándome.
¡Maldición!
Intento apagarlo, pero no puedo, enseguida la puerta del baño es abierta por Tamara y ni siquiera se molestó en vestirse para ver de dónde venía ese ruido, tiene muchas marcas en su cuerpo, desde la región de los senos con varios chupetones hasta el enrojecimiento en sus muslos.
— ¿Eduarda? — llama mi nombre llevándose la mano a la boca sorprendida de verme allí. — ¿Cómo entraste aquí?
— ¿Qué! — rápidamente escucho la voz de Dennis que entra al baño también sin ropa alguna con su pene aún erecto. — ¿Qué haces aquí? — pregunta con los ojos desorbitados de sorpresa.
Con los ojos llenos de lágrimas, recojo la poca dignidad que me queda, y aunque destrozada, y con vergüenza de mí misma por no haberme dado cuenta de nada antes, voy hacia la mujer que siempre llamé amiga y le doy una bofetada, al igual que hago lo mismo con el infeliz de mi exnovio, tomada por un gran impulso de odio, la Eduarda ingenua que acaban de destruir y una bofetada es lo mínimo que se merecen.
— Se lo merecen. — digo con frialdad intentando no llorar aún más frente a ellos.
No espero ninguna actitud o explicación de ellos, salgo corriendo del baño en busca de un poco de aire, porque ni siquiera puedo respirar, siento que mi pecho está siendo aplastado y siento que mis piernas pueden fallar en cualquier momento. Todo lo que quiero es huir, huir de ellos, huir del dolor, huir de mí misma. Solo paro de correr cuando me topo con mi encargada en el pasillo, y por la expresión en su rostro, veo que la situación está a punto de empeorar.
Continuará...