Capítulo 3
¡Primer día de clases! ¡Sí! Meto mis cuadernos en la mochila ¡Hoy comienza el pre-escolar! ¡Sí! Me emociona comenzar el pre-escolar, tengo la certeza de que seré el mejor de la clase, ya sé escribir y leer, además de que soy bueno en matemática ¡Seré famoso! Me ganaré la admiración de mis compañeros y me venerarán ¡Será estupendo! Ya quiero que comiencen las clases…
— ¿Todo listo? — pregunta mamá, mirando las loncheras con una lista al lado — Sé que olvido algo…
— Meter la comida en la lonchera
Digo, sosteniendo mi mochila.
— Tonta de mí — mamá suelta una risita — Pero no era eso… ¿Dónde están mis llaves?
— Donde siempre — contesta Harry, dándoselas — En la mesa del recibidor…
— Tonta de mí
Repite mamá, ruedo los ojos.
— ¡Ya vámonos!
Suplico, cuanto más puntuales seamos mejor impresión dejaré.
— Oh… mi Daniel comenzará el pre—escolar… — mamá me acomoda la ropa — ¿Prometes no llorar?
— ¿Por qué lloraría? — la miro, mi madre se ha vuelto loca — Ni que fuera bebé…
— Oh… — mamá me abraza y comienza a hacerme cosquillas — Pero siempre serás mi bebecito…
— ¡Mamá! — comienzo a reír — ¡Suéltame mamá…!
— Mamá… — Harry tira del brazo de mamá — Debemos de irnos ya…
— Cierto… — mamá toma sus llaves — ¡A la escuela!
— Sí… te urge ir…
Susurro, tomando la mano de Harry y saliendo de la casa.
— ¡Hola!
Saluda Laura, saliendo de su casa.
— ¡Au!
Miro a mi izquierda, Minnie está sujeta a mi brazo junto a su mochila rosa de conejos.
— ¿Lista para el pre—escolar, Minnie?
Pregunta mamá, Minnie asiente sonriente.
— Yo no — suelta Laura, acercándose — Mis vacaciones terminan esta semana y aún no consigo una niñera…
— Oh… pero… — mamá me mira — No tengo ningún problema con que las niñas sigan quedándose en mi casa…
— ¿En serio?
Las amigas se sonríen.
— Sí — mamá asiente — Además… creo que a tus hijas no les gusta soltar a los míos…
Me giro hacia donde mamá mira. Esmeralda está tomando la mano de mi hermano, este solo sonríe, su rostro está rojo ¿Qué raro…? Yo siempre tomo la mano de Minnie y nunca me pinto de rojo ¡Quizá es cosa de grandes!
— Pues sería un gran alivio el poder dejártelas — Laura toma las manos de mi madre — Mi esposo sigue en el barco y no podrá volver hasta dentro de un par de meses…
— No te preocupes, yo las cuido…
— ¿Oíste Daniel?
Pregunta Minnie, sonriendo de oreja a oreja.
— ¿Podremos hacer tarea juntos?
Pregunto y ella asiente.
— Y jugar… ¡Muchos videojuegos!
— ¡Sí!
— ¡Y pasar juntos todo el día!
— ¡Sí!
— ¡Y ser amigos para siempre!
— ¡Sí!
— Mejor nos vamos antes de que se haga más tarde…
Sugiere Laura.
— Mamá… — Minnie tira de la manga de su madre — ¿Puedo irme con Danny?
— Oh pues…
— ¡Mamá acepta! — grita Esmeralda, corriendo hacia su madre — Así Harry se viene conmigo…
— ¿Y por qué mi hijo se tendría que ir contigo?
Pregunta mamá, sonriéndole de una forma extraña.
— Porque Harry es mi novio…
Contesta la niña, agitando las pestañas y sonriendo ampliamente.
— Oh… — mamá suelta una risita — Yo llevo a Minnie y tú lleva a mi hijo, así ninguna hace doble viaje…
— Bien, ustedes ganan — Esmeralda da saltitos de felicidad y arrastra a mi hermano hasta el auto — Pórtate bien Minnie, y no molestes a Dany
— Yo no lo molesto — abraza con más fuerza mi brazo izquierdo — ¿Verdad Dany?
— No Conejo — ella sonríe — Y nos divertiremos mucho en la escuela
— ¡Sí!
— ¡Y seremos los mejores alumnos!
— ¡Sí!
Minnie comienza a dar saltitos.
— Niños, ya entren en el auto
Ordena mamá, cargando a Minnie y colocándola en el asiento para niños.
— Dany…
— ¿Qué…?
Pregunto, sentándome a su lado.
— ¿Tendremos más amigos?
— Supongo, habrá otros niños…
— Yo no quiero que tengas otra amiga… — hace un puchero — Yo soy tu amiga
— No te reemplazaría… — nos miramos — Siempre serás mi mejor amiga…
— ¿De vedad?
— Pues sí…
— Es que no quiero que me olvides
— Jamás lo haré Conejo
Alzo mi meñique, ella lo enlaza con el suyo.
— Que bien, porque yo amo a Dany y Dany es solo mío — se estira hacia mí — No alcanzo tu brazo…
— Oh… son las correas del asiento de bebés… — extiendo mi brazo izquierdo — Toma…
El pre—escolar no está muy lejos de casa. Es un pequeño edificio de dos pisos pintados de muchos colores. Mamá nos baja del auto y nos toma una foto con su polaroid, luego nos toma otra para dársela a Laura. Es el primer día de nuestras vidas. Miro la puerta, hay un enorme cartel de colores que dice “Bienvenidos Clase del 2000”. Trago saliva, no estoy nervioso, estoy emocionado.
— ¿Vamos?
Pregunta Minnie, tomando su manta rosa con una mano y mi brazo izquierdo con la otra.
— Que tengan un buen día mis amores
Mamá nos da un beso a cada uno y nos deja con la maestra en la puerta. Veo a mi mamá alejarse, nos agita la mano sonriente y con los ojos llenos de lágrimas, es una mujer muy sentimental. Miro a mi lado, Minnie tiene un puchero en los labios, la abrazo, ella sí debe de estar asustada…
— Vengan niños
La maestra nos toma de las manos.
— No… — Minnie la suelta y corre hacia mí — Yo voy aquí — abraza mi brazo izquierdo, ruedo los ojos — Siempre…
— De acuerdo
La maestra solo sonríe ¡Lo sé! A veces Minnie puede ser algo impertinente… ¿Esa es la palabra correcta? Ni idea, solo sé que a veces hace este tipo de cosas que son algo vergonzosas o incómodas ¡Estamos en la escuela! No puede estar abrazada a mí todo el tiempo ¿O sí…?
Entramos en el aula Conejos ¡Que conveniente! Miro a todos lados, ya hay algunos niños sentados en las pequeñas mesas de colores. Minnie y yo corremos hacia los estantes para dejar las loncheras, luego nos sentamos en otra mesa ¡Esto es emocionante!
— Es todo tan bonito…
Dice Minnie, viendo a todos lados.
— Lo sé…
— ¡Hola!
Saluda un chico, Minnie al instante toma mi brazo izquierdo.
— Hola
Saludo.
— Soy Tyler — se presenta el niño — ¿Quieres jugar con mis Power Rangers?
— ¡Sí!
Intento recuperar mi brazo, Minnie no me deja.
— ¿Es tu hermana?
Pregunta el niño.
— No… — recupero mi brazo y me siento al lado del niño — Es mi amiga…
— Parece tu hermana…
— O un chicle… — dice una niña de cabello castaño y ojos verdes — Pareces una de esas bolas de chicle rosadas… — se ríe — Eres una bolita…
— No es cierto… — Minnie se mira — No soy una bolita…
— ¿Y qué es eso? — la niña señala el broche en el cabello de Minnie — Es horrible…
— ¡No es cierto!
— ¿No creen que es feo? — pregunta la niña, yo solo la miro — Es lo más feo que he visto…
— Más feo están esos bichos en tu rostro… — dice un niño — Oh… son tus ojos…
— ¡Maestra!
La niña se va ceñuda a otro lado.
— Hola… — un niño de lentes se sienta en mi puesto al lado de Minnie — Soy Joe…
— Holi…
Minnie sonríe ampliamente.
— A mí sí me gusta tu conejo…
El niño señala el broche en el cabello de Minnie.
— Gracias…
Minnie me mira.
— ¿Estás bien Conejo?
Pregunto.
— ¿Te llamas Conejo? — el niño la mira con los ojos bien abiertos — ¿Cómo el animal? ¿Bunny?
— No… — Minnie comienza a reír — Me llamo Mineva
— Que bonito nombre…
Ambos sonríen.
— Niño, sal de mi asiento
Pido, el niño solo me mira.
— Dany y yo siempre nos sentamos juntos…
Explica Minnie, el niño hace un puchero y se sienta junto a Tyler.
— Edes un mal amigo… — Minnie me mira con un puchero en los labios — No me defendiste…
— ¿Defendete? — la miro con una ceja alzada — Ni que la niña te hubiese gopeado — Minnie se cruza de brazos — Además… — miro a la niña junto a un grupo de niñas — Ella es muy bonita…
— ¡Buenos días mis pequeños conejitos!
La maestra entra, lleva una vincha con orejas de conejo.
— ¡Buenos días!
Gritamos todos al unísono.
— ¡Hoy es su primer día de clases! — la maestra aplaude — ¡Hoy es un día especial! ¡Así que todos levántense y zapateen con fuerza! — todos nos levantamos y comenzamos a golpear el suelo con los pies — Muy bien… ahora, lo que quiero es que se paren en frente y se presenten… — toma un tarro con paletas — Y luego les daré una de estas…
— Paletas…
Susurramos Minnie y yo.
— ¿Quién primero?
— ¡Yo!
Alzo la mano al instante.
— Pasa al frente, que lindo niño
Corro hacia la maestra y miro a todos mis compañeros.
— Me llamo Daniel Knight… — sonrío, miro a la niña de ojos verdes — Tengo cuatro años y… me gusta jugar Mario Bros… ¡Ah! Y toco el piano…
— ¿En serio? — pregunta la maestra, asiento — ¿Quién sigue?
Regreso a mi asiento con una paleta morada, Minnie me mira sonriente. Los demás alumnos se van presentando, a Tyler le gusta bailar y a Joseph le gusta leer. La niña de ojos verdes se llama Blair Hopkins y le gusta cantar. Me gusta como sus mejillas se hunden dejando unos hoyitos, creo que se llaman hoyuelos ¡Es muy bonita!
— Fato yo
Minnie alza su mano, es la última.
— Pasa preciosa — pide la maestra — Que niña más linda…
— Parece una pelotita rosada… ¿No lo crees Dany?
Susurra Blair. Miro a Minnie, no tiene forma de pelotita, pero supongo que es más pachoncita. Miro a Blair y asiento, ella sonríe. No puedo rebatir su comentario, creo que tiene razón, Minnie no es tan bonita como ella.
— Me llamo Minerva Sánchez — Minnie me mira — Tengo cuatro años… ¡Me gusta el rosa! — algunos niños sueltan risitas — Eh… me gusta cantar y… ¡Tocar música!
— ¿Tocas un instrumento?
Pregunta la maestra.
— Sí, el piano — contesta — Pero solo a veces, cuando Dany no me empuja y me ordena que me vaya…
— ¿Ah…? — la maestra me mira — ¿Viven juntos?
— No… pero varias veces hemos dormido juntos — algunos niños comienzan a soltar ruiditos raros — Y también nos bañamos juntos…
— Ay Dios…
Susurro, escondiendo mi rostro entre las manos, los alumnos me miran con los ojos bien abiertos y llenos de confusión.
— Es que… ¡Dany es mi mejor amigo!
— Oh…
La maestra sonríe y le entrega una paleta rosa a Minnie, ella corre hacia mí y me abraza, los demás niños comienzan a reír ¡No! ¡¿Por qué a mí?! Intento apartarme de Minnie, pero ella no me suelta ¡Hasta la maestra está riendo! ¡¿Por qué?! Miro hacia la niña de ojos verdes, ella también se está riendo de mí… ¡Mucha humillación! ¡Y todo es culpa de Minnie!