Kamasutra

730 Palabras
Mi consciencia se apoderó de mi cerebro, sentía el calor de un cuerpo frente a mí, un brazo y una pierna mía lo envolvían; entonces, los recuerdos de la noche anterior me invadieron, haciéndome sonreír de felicidad. Me levanté intentando no hacer ruido, tomé mi vestido para confirmar que estaba totalmente dañado. En ese instante recordé, no supe si había pedido disculpas por romper el beso o fue por el vestido; el cual era uno de mis favoritos, pero es que estábamos cegados por el deseo, que no importó. Fui a mi habitación, para asearme y ponerme algo ligero encima, entonces bajé para preparar algo de desayunar. -¡Buenos días señora! -Lara, me recibió intentando contener su sonrisa de burla. -¡Buenos días Lara! Puedes tomarte el día, hoy voy a cocinar yo - dije, sin poder evitar transmitir la emotividad que sentía en ese momento; ella solo asintió, y la acompañé hasta la puerta para que se fuera. ¿Por qué las mujeres somos tan predecibles en casos como estos? De seguro sospechaba lo que había ocurrido. Decidí cocinar cosas sencillas: fruta picada, huevos, pan tostado, café y jugo de naranja. Estaba acomodando todo en la mesa, cuando unos brazos me rodearon por la cintura, y me dio un sonoro beso en mi cuello. -¡Buenos días querida! -Susurró en mi oído, produciendo un cosquilleo en todo mi cuerpo. Supo que me había provocado, porque sus manos viajaron a mis muslos, para subir la bata que llevaba puesta, acariciando mis caderas. -¿Vino Lara? -Preguntó en medio de su asalto. -Le di el día libre - alcancé a decir, para que descubriera mi hombro, besándolo y luego dando suaves mordiscos, mientras su mano me masturbaba. Yo me sostenía de la mesa a duras penas, por el nivel de excitación que me estaba dando. -No quiero que vuelvas a pensar que no te deseo; así que, he decidido tomarte cada vez que me provoques, con o sin tu permiso - abrí mis ojos ante su declaración. Bajó mis bragas, me inclinó sobre la mesa, manteniendo una de sus manos en mi nuca y la otra en mi cintura, mientras su falo lograba su cometido, entrar en mí. Escuché que arrastró una silla, para tomar una de mis piernas y hacerme subirla. -Quiero que te prepares bebé, porque quiero hacerte muchas cosas – entraba y salía de mí sin compasión. Sentí cómo me abandonó, para sentarse en la silla y guiarme para sentarme sobre él, pero a horcajadas. Tomó mis nalgas para enterrarse con fuerza en mí, mientras su boca saboreaba mis pechos. Mis piernas se sostenían como podían, mis manos lo hacían de su cuello, y me deje ir, entregándome por completo al placer que me estaba ofreciendo. -¡No te vayas a venir Alex! -Ordenó, pero yo estaba disfrutándolo y no pude evitarlo, me había llevado a la cima. -Eres una desobediente Alex, voy a tener que castigarte - se puso de pie, conmigo sobre él, para después acostarme sobre el otro lado de la mesa. Me sostuve de la orilla, porque la ferocidad con la que se adentraba la movía, haciéndome pensar que se caería todo lo que había sobre ella. -¡Vas a tirar todo! -No sabría decir si no le importó o no escuchó, porque continuó hasta que las dos últimas embestidas su gruñido recorrió la habitación libremente, quedándose unos segundos inmóvil; había llegado a su orgasmo. Salió de mí, halándome para que me sentara. -¡Eres el mejor desayuno que podría tener, Alex! -Sus ojos tenían ese fuego de deseo, que me hacían sonreír. Giré a ver el resto de la mesa, para ver el desastre que causó y para mi sorpresa, era menor a lo que había imaginado; casi al instante, él colocó una mano sobre mi mejilla, haciéndome girar a verlo, y sin demoras sus labios tocaron los míos, fundiéndonos en un cálido beso. Se separó de mí hasta que supongo se sintió satisfecho, me sonrió y volteó a ver la mesa. -Bueno, no hice tanto daño, ¿desayunamos? -Dijo con cierta burla, sólo pude negar ante su comentario. El desayuno pasó en silencio, con un intercambio de miradas y sonrisas culposas, porque lo deseaba, no sabía cómo era posible, no habían pasado ni 15 minutos y anhelaba tenerlo de nuevo dentro de mí. Era adictivo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR