Capitulo II

2164 Palabras
Entre ambas hubo un silencio incomodo, Luna sintió el desprecio de Rose y salió del probador, Rose se apresuro para ir detrás de Luna que salía agitadamente de la tienda. — ¿No les gusto el s****n? –Pregunto la señora Ana que no entendía que estaba pasando. —Amm si –volteo Rose aun acomodándose la camisa —Ya vengo a pagarlo. Ana le sonrió pensando que quizá entre ella habían tenido una pequeña discusión y la señora Ana creía saber porque ya que siempre se dio cuenta de cómo Luna miraba a Rose y el interés amoroso es una de las cosas que no se pueden esconder. — ¿Puedes decirme que paso allí? ¿Por qué sales así de la tienda Luna? —No lo sé, solo olvídalo. —Lo hablaremos luego –Dijo Rose que entraba a pagar lo de la tienda —Despídete al menos de la señora Ana, es la última vez que la veremos –Luna recordó que pronto se irían y decidió dejar de lado el cómo se sentía, ambas se despidieron amablemente de la señora Ana y salieron de nuevo al internado. —Increíble que ya nos vamos a graduar –Dijo Rose intentando tener una conversación normal, pero Luna no se sentía animada para una conversación normal en esos momentos, después de estar un rato en el internado juntas en el dormitorio Luna decide hablar mientras Rose está viendo televisión. —Me gustas Rose –Rose se voltea para verla, en realidad esperaba que fuera una simple confusión —No sé cuando paso, no hace mucho pero quizá es que siempre me has gustado, eres la única persona a la cual considero mi alma gemela. —Creo que quizá estas confundida Luna –Luna negó con la cabeza. —Lo he pensando bastante. —Es simplemente por compartir tanto tiempo juntas, estas confundida, es todo –Luna se acostó boca abajo en la cama, Rose se acerco a ella haciendo que Luna volviera a pararse. — ¿Vas a estar siempre conmigo? –Rose le sonrió y tomo sus manos. —Siempre. Días después la señora Mónica le dio el dinero a Rose para que se comprara su atuendo de graduación, como siempre estaba muy ocupada como acompañarla y Luna estaba algo estresada por algunas cosas del viaje decidió ir sola. Rose no se sentía tan exigente así que pensó en una tienda de vestidos que había en la ciudad en donde siempre había querido entrar, el día era soleado y parecía el día ideal para comprarse un lindo vestido, así que entro tímidamente a la tienda y quedo enamorada de un vestido color verde manzana ajustado, no era de sus colores favoritos sin duda pero la forma del vestido le llamo la atención. — ¿Te lo quieres medir? –Pregunto la vendedora amablemente, Rose asintió. Nunca había tenido la oportunidad de comprar un vestido de gala así que pensaba nerviosamente en si tomaría una buena decisión o no, Rose se lo probo dudosa, el vestido era ceñido al cuerpo y le hacía lucir las buenas piernas que tenia ya que era corto, Rose pensó en que nunca había usado algo tan ajustado ni revelador, también tenía un gran escote que dejaba ver bastante escote, quizá era demasiado pensó Rose. —Tengo variedad de vestidos en ese color –Rose negó con la cabeza, no era el color lo que llamaba su atención, se quedo parada frente al gran espejo dándose una y mil vueltas pensando que le faltaba a ese vestido, en eso un hombre entraba a la tienda, el hombre estaba viendo a Rose desde afuera de la vitrina de la tienda y se había quedado encantando con su belleza. Era un hombre delgado al que el traje lo hacía ver como a un niño en un mundo de ricos, sus ojos eran grandes con pestañas largas y su peinado algo era algo anticuado para su edad ya que lo tenía algo largo. Se quedo mirando a Rose de tal forma que la vendedora pensó que la conocía así que para cerciorarse pregunto en su dulce voz: — ¿Puedo ayudarle? –Rose miro al sujeto por un lado del espejo, no había sentido su mirada hasta que la vendedora rompió el silencio. Pensó brevemente si lo conocía de algún lugar pero era imposible, Rose solo conocía a las chicas con las que estudiaba y uno que otro chico. —Sí, de hecho si –El chico se dirigió a la vendedora sin quitar la mirada de Rose —Disculpe que me meta pero personalmente pienso que en otro color el corte de ese vestido le quedaría perfecto –Rose lo miro seriamente, no estaba acostumbrada a recibir opiniones de personas que no conocía, tampoco sabía bien que responder pero como ni ella misma sabia que le quedaba bien le dio curiosidad preguntar: — ¿Qué color sería una buena opción según usted? —Para el color de tu piel –El chico se quedo pensando mirando el cuerpo de Rose nuevamente —Jade, definitivamente el jade –El chico lo dijo como si de arte se tratara — ¿Lo tiene en color jade? –Le pregunto a la vendedora. —Creo que sí, iré a buscar –La vendedora salió del lugar quedando solo Rose y el chico en cuestión a solas, Rose seguía mirando el vestido y lo imaginaba en otros colores pensando que color resaltaría su piel como había dicho el desconocido. —El verde manzana no digo que no te quede bien pero –El chico se acerco a menos de un metro de Rose que se sintió intimidada —Pienso que el jade se vería mejor en ti, el verde manzana no es buen color sin embargo en otro tipo de vestido podría combinar. ¿Cuál es la celebración? —Una graduación –El chico se aparto un poco de Rose, estaba sorprendido de que aun fuera al instituto, no es que él fuera mucho mayor pero no tenia pensando estar con una menor, aunque al verla de nuevo se lo pensó dos veces. — ¿Tuya? ¿De la universidad supongo? —No exactamente –Rose estaba demasiada concentrada en cómo le quedaba el vestido como para poner atención con claridad al chico que le pareció un entrometido. —Bueno, este espero que te vaya muy bien… Si –Rose bajo del sitio donde se encontraba para mirar otras opciones, el chico que estaba a punto de irse decidió arriesgarse a preguntar su edad. — ¿Puedo saber tu edad? Es que no me creo que estés en el instituto aun. —18, y bueno se supone que tengo conocimientos universitarios de técnico medio pero la verdad no siento que aprendí algo superior a lo que llevaba aprendiendo de todas formas –El chico suspiro, no era menor. Rose seguía buscando vestido pero ningún parecía mucho mejor que el que traía puesto, el chico se recostó en uno de los estantes donde Rose buscaba. — ¿Crees que después de aquí podamos ir a tomar algo? —La verdad no estoy segura –Rose se quedo viendo un vestido con mucho interés y camino rápidamente a donde se encontraba el espejo, el chico la siguió. — ¿No estás segura de que o qué? —De que sea lo mío. — ¿Lo tuyo? ¿Qué es lo tuyo exactamente? –Rose volteo para mirarlo, el chico noto el bonito lunar que tenia arriba del labio. — ¿Crees que me vea muy gorda con este vestido? Es que la tela siento que no me puede favorecer. —Te referías al vestido –El chico miro al piso pensando cómo podría volver a hacerle la propuesta sin quedar como un desesperado. —Bueno… como te decía yo me preguntaba –En esos momento llego la vendedora con el vestido color jade. —Disculpa la tardanza estaba escogiendo otros vestidos color jade que te podrían quedar bien –Rose se animo, probándose cada uno de ellos pero ninguno superaba al primero, sin embargo el chico babeaba cada que Rose salía con alguno. —Entonces es una decisión definitiva la del primer vestido pero en color jade –Rose quería sentirse al menos por una noche, una diosa. —Sí –Rose estaba pagando cuando noto la presencia del chico que seguía observándola, Rose ya no entendía que hacia allí. — ¿Sabes que combinaría perfecto con ese vestido? Un collar y yo conozco un lugar perfecto para comprarlo. — ¿Dónde? —Bueno yo mismo podría llevarte –Rose pensó si era buena idea el irse con un desconocido pero acepto, de todas formas no tenía demasiado que perder y nunca había hecho algo como eso. ¿Por qué no hacerlo al menos una vez antes de irse de esa ciudad? Al salir con la bolsa de su vestido en mano, el chico la llevo a la tienda que según él no quedaba demasiado lejos pero a Rose le parecía que solo estaban dando vueltas en círculos. —Disculpa es que no conozco demasiado esta ciudad, suelo venir de vez en cuando porque tengo una hermana que estudia en el internado “Crystal Marys”. —Vaya, yo estudio allí, quizá la conozco, aunque para empezar ni si quiera se tu nombre. —Un placer mi nombre es Marcos Bracamonte y bueno te mostrare una foto de mi hermana aunque dudo que la conozcas es menor que tu –Marcos le mostro una foto de una chica de pelo oscuro, blanca sonriéndole, Rose no la conocía pero la había visto burlarse de ciertas chicas en más de una ocasión así que no le agradaba demasiado. —La he visto –Se limito a decir. — ¿Sabes cómo se comporta? Es decir no sé si será la adolescencia o qué pero está teniendo pésimas notas últimamente. —No lo sé, no tengo trato con muchas personas, solo si acaso con mi compañera de habitación. —Cosas de un internado –Marcos vio su teléfono en busca de la joyería donde le solio comprar cosas a su hermana, pero tantas calles iguales le habían hecho perder la noción de donde se encontraba o quizá estaba nervioso por la compañía que tenia —Por aquí –Marcos la guio por un lugar lindo en medio de una plaza, Rose se pregunto porque nunca había salido por allí antes y luego recordó que para salir tenía que tener alguna excusa o escaparse. —Es lindo aquí. — ¿No habías venido antes? Las tortas de ese lugar y los batidos son exquisitos, me sorprende que no hayas venido, bueno a mi hermana tampoco la dejan salir demasiado del internado –Entraron a la joyería donde Rose se dio cuenta de lo cara que se veía aquella tienda y si Mónica se daba cuenta que le había gastado más del presupuesto sin duda la ahorcaría, Rose quiso salir corriendo al ver los precios de aquella tienda. —Tú tampoco me has dicho tu nombre. —Mi nombre es Rose. —Rose como rosa en español –Marcos se dirigió a la empleada que lo saludo cordialmente. — ¿Cómo has estado? Cada vez tardas mas en venir ¿Vienes por el reloj que le mandaste a hacer a tu hermana? —Sí pero aparte de eso esta vez vengo a comprar un collar –La chica le dirigió una mirada a Rose y luego le pico el ojo a Marcos. —Entiendo ¿Cómo lo quieres? –Marcos se quedo viendo las vitrinas. —Este –Escogió rápidamente y sin mirar otras opciones, la empleada le saco la caja donde estaba el reloj nuevo de su hermana y le mostro el collar, era una esmeralda color rosa, el collar estaba formado por pequeños diamantes, en medio de él la forma hacia una especie de gota color rosa y a su alrededor lo adornaba el color plateado —Pruebatelo. —No creo que sea buena idea que me lo pruebe debe ser costoso –Marcos negó con la cabeza acercándose a ella con el collar, Rose subió su cabello para que Marcos pudiera colocárselo, la empleada del lugar le mostro un espejo para que viera como le quedaba. —Te queda hermoso, se adapta muy bien a tu cuello –Las manos de Marcos en el cuerpo de Rose hicieron que se erizara, no solía estar demasiado cerca de muchos chicos y menos cerca de su cuello — ¿Qué te parece? –Marcos se afinco en sus hombros susurrándole. —Esta hermoso pero seguro excede mi presupuesto –Rose negó con la cabeza. —Lo llevo –Marcos le entrego la tarjeta a la empleada que le sonrió a Rose pícaramente. —Para nada yo no voy a aceptar este regalo de parte de un desconocido –Dijo Rose que se estaba quitando el collar en esos instantes.
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