sta vez fui yo quien me levanté temprano para limpiar la cocina. —¿Es un sueño que estés despierta temprano? —Angie se me quedó mirando como si fuera un alienígena limpiando la cocina. Llevaba todavía puesto el pijama de conejitos. Su cabello estaba realmente horrible. —No es un sueño. Quise levantarme temprano para limpiar la cocina y hornear Brownies. —saqué la bandeja mientras ella entornaba los ojos. —Él está cambiándote. —¿Quién? —pregunté incrédula. —Randy. Él te está cambiando. La otra Becky no hubiera hecho la cena para un chico y mucho menos se hubiera levantado temprano para limpiar la cocina y hornear Brownies. —Recargó su cadera en la pared mirándome escrutadoramente, pero a la vez con una sonrisa en su cara. Dejé la bandeja en la mesa y me quité los guantes. La miré u

