Sin miedo a nada decidí empezar de nuevo, ese día que Rebecca me dijo eso me sentí tan mal que espere que fuese medio turno para irme del trabajo, a pensar que realmente estaba haciendo algo que me fuese ido mal, de repente vengó caminando por la esquina y se detiene su auto escucho una voz que me dice sube, era Luciano esta allí nuevamente, subí sin decir alguna palabra. – Se que de alguna u otra forma es molesto esto: Dice Luciano. – ¿Qué cosa? Le pregunte. – Lo que paso hoy en la empresa. ¡ah! Eso respondo como si no me importara. Luciano escúchame con atención: – Ella no te va a dejar, te va a molestar hasta que yo me moleste y sienta que no puedo más. Lo más curioso es que no me importa eso, solo quiero mi tranquilidad, para eso es mejor – Que no nos veamos m

