– ¡Nada!, le contesto.
Entro a la oficina para buscar la carpeta del listado de trabajadores y salgo del edificio nuevamente. Detrás de mi viene el sr Luciano me dice –¿Vas al depósito? era una oficina, donde se encontraban las compras de las cestas navideñas.
– si sr Luciano le respondo
Vamos caminando junto para la oficina que se encontraba por la parte posterior del edificio, ese galpón era super grande había que subir unas escaleras para llegar al depósito, como ellos lo llamaban allí para identificarlo, estaba Nuria mi jefe y yo. Nuria dice: –Voy a buscar la lista de los trabajadores, Luciano afirma con la cabeza.
La puerta se cierra dejándome con el jefe a sola, yo estoy de frente a él, se da la vuelta y viene caminando a donde estoy yo, como el pasillo era estrecho yo pensé que solo iba a pasar, pero me tomo por la cintura, yo me sorprendí pelando los ojos, mi corazón se agito cuando me coloco la otra mano y me beso, mejor dicho nos besamos fue muy pasional, hubo un silencio pues sobraban las palabras. Me suelta pocos minutos llega Nuria.
–No lo conseguí ¿tú lo tienes Amria?
–¡Si!, disculpa no me percate que lo tenía en mis manos.
Él sigue revisando una caja y yo con el pulso acelerado sin hablar.
– ¿Falta algo jefe? pregunta Nuria.
– ¡No! todo está muy bien —pensé que faltaba, —pero el último detalle ya Amria, lo completo. –contesto sarcásticamente Luciano.
Después de lo sucedido allí, pensé en mi novio que pobre no lo merecía para ese momento, ese día Luciano, busco como hablarme al respecto, pero me oculte por varios días esquivándolo, estando en la oficina me llega un mensaje del número de mi novio.
Diciendo — ¡me agrado verte!, miro y verifico su número nuevamente es de su celular mi cara fue de asombro, se me subió algo dentro de mí, acelerando mi corazón, — ¿qué es esto? comencé a respirar profundo hasta que desapareciera la emoción, yo a Fernando no lo había visto en 4 días, eso me puso a dudar mucho, a decir verdad; cuando dejas espacios en tu relación es porque vas perdiendo el interés, existen indicios que pueden dar lugar a sospechas. Al fin y al cabo, mantener una relación paralela en secreto es también complejo.
Llame inmediatamente a Fernando: —debemos vernos ahora mismo, Salí de la oficina viene entrado Luciano, me ve a la cara, pero estoy muy enojada pero no era con Luciano.
–Me dice necesito hablarte.
– ¿es de trabajo? –le pregunto.
–No.
–Entonces lo conversamos mañana discúlpame es hora de almorzar y pedí que me vinieran a buscar, en la empresa no sabían de Fernando.
Así de seca le respondí realmente estaba frustrada no puede ser que me estuviera pasando algo así, no es más que Fernando anda con otra persona y se le escapo ese mensaje, ¿ahora cómo lo enfrento? — ¿Qué hago? Esta eran todas las preguntas que tenia mi mente ese día, estaba muy indignada conmigo también por lo que paso con Luciano, me sentía culpable.
Llega Fernando me subo a su camioneta — me dice te noto extraña.
– ¿Yo? Extraña, — ¿me puedes explicarme que significa este mensaje?
— le Preste el teléfono a un amigo me dijo.
— Creo que aclarar algo tan obvio me hará perder mi tiempo, se hizo el molesto su cara me revelo su disgusto, entre tanta charla hice la desentendida sabía que la infidelidad era Hedonista.
Quise aceptarle su explicación y actúe de tal modo que no sucedió, porque yo me había besado con Luciano, creo que tenerlo allí representaba el no estar sola, no hay explicación alguna para seguir, en otros términos, había pasado días sintiéndome culpable por fallarle, pero hoy era distinto.
Al siguiente día llego a la empresa, Nuria falto ese día, suena el teléfono:
–GRUPO SERIOM`S, a su orden – conteste.
– ¡soy yo!, ven a mi oficina.
Con la incertidumbre a mil, voy a la oficina.–Pasa cierra la puerta, Entre super callada por mi actitud del día anterior donde sentí que lo había ofendido sin querer, Luciano se levanta y se me acerca para saludarme con un beso en la mejilla, que olor tan bueno, ese perfume del jefe, mientras cierro los ojos —me volverá a besar continuo pensando, ¿qué hago el me encanta? eso pasaba por mi mente , había una música muy suave era viernes se acostumbraba a ir en ropa civil sin uniformes, ese día recibí muchas mirada especialmente la del sr Luciano, a lo que después de sacar miles de conclusiones con mi yo interno, el solo me dice:
–Te espero en sala de conferencia a las 11 en punto por favor puntualidad.
Salgo de la oficina fría él me hacía poner fría e inquieta, esperando las órdenes del jefe, salgo de su oficina a mi puesto de trabajo hasta esperan la hora que él me había dicho, en la sala de conferencia estaba desordenada porque estaban las cajas armadas solo de meter regalos allí.
Ya era la hora acordada Salí de la oficina a la sala de conferencia y me puse a ordenarlas eso me tenia pendiente escuché la puerta miré llega solo Luciano diciéndome: — Ésta es tu caja, antes de salir de la sala la abres.
Terminé de arreglar las cajas apartando la mía, me senté abro mi caja en ella había una caja pequeña dentro de la caja grande rompo el papel donde se encontraba envuelta era un celular nuevo, marco el número que se encontraba en la tarjeta y decía Luciano solo para mí.
Repica el celular y me contesta: —Este es mi regalo para que hablemos por aquí, — quiero invitarte a comer, —para esto debemos estar en un lugar solo tu y yo, — no me malinterpretes, —pero luego te explico.
No me dejo contestarle en ese momento no supe que decir. Todo me resultaba tan incrédulo que pensé: como una persona con tanta plata quería fijarse en mí, más tarde en la fiesta ese mismo día llegamos a la recepción de un salón de eventos, Fernando me deja y se retira.
Era de noche grupo musicales, todo un evento me senté sin pensar fue la última que llegué, mi puesto era al lado del jefe. Los manteles azules luces por todos lados nunca había asistido a un evento así, una gran mesa animadores, mesoneros entre tantas cosas, comenzaron la ceremonia todos compartiendo, el sr Luciano se me acerca entre la música me dice al oído.
–Quiero llevarte a tu casa, dice Luciano
— ¡gracias! Me vienen a buscar. respondí
Entre el baile me dispuse para ir al tocador en lo que salgo venia mi jefe, justo de frente al mismo paso y por el lado que yo venía, quise caminar lo más derecha posible era imposible esquivarlo me detuve frente a él sonrió.
–Me esperas allí. Me dice
– si… claro le respondí, no puede imaginar lo deseable de su mirada tan profunda es tan seductora, como no serlo si él es un hombre de eso que parecen modelo muy apuesto.
Salimos un momento del salón sin que notaran mi ausencia hacia la terraza del lugar, una noche espectacular, me sentía bien en paz siento la brisa fría cargaba un vestido azul ceñido a mi silueta, mi cabello largo liso n***o yo soy de piel clara
Luciano ve el cielo estrellado, me ve suspira — ¡estoy enloqueciendo! no sé. – solo sé que esto me costara —pero pienso intentarlo, – ¡Sabes! Yo. haciendo una gran pausa en esa palabra, mirando al piso inmediatamente subió la mirada al cielo, — tengo una relación con Rebecca, — sé que tú también tienes un novio, —aunque trates de ocultarlo ya lo sabía, — pero no se mas de allí.
Lo miró fijamente sin decir nada la noche era para conversar (él me abraza), lo que siento justo en este momento es inexplicable de decir con palabras había una conexión, no sé si habrán experimentado alguna vez un abrazo cálido, tierno, de protección, de mucha seguridad, solo puedo decirle que ese abrazo era indescriptible, ambos lo necesitábamos parecía una despedida.
De alguien que amas y no quieres dejar ir así era ese momento, cuando me separo de sus brazos se me acerca tanto que de nuevo me robo un beso. Dicen que valen más los robados, que los que son pedidos.
Yo lo mire sin decir nada solo me deje llevar, sabía que estábamos en una situación complicada para ambos, son muchas emociones esto se veía venir comenzamos siempre interponiéndose en el camino del otro, lo que yo considere un juego al principio tomo color después.
–Me mejor que bajemos al salón –le digo me vuelve abrazar.
Así fue como fue dejando que yo caminara primero que él, no quise voltear a ver si me miraba mientras me retiraba del lugar, que noche tan hermosa si no fuese por los pequeños momentos, diría que no vivimos, Me siento en la mesa al ratico llega Luciano y esteban, comienzan Explicar anécdotas divertidas, una de mis compañeras dice:
–! AMRIA¡, te vi ayer con tu novio.
–Pensé: (No hay nada más molesto que sentir que alguien se le "mete al rancho"). Muy coloquialmente que tipa tan desorientada pensé mirándola a los ojos, pues todos en la mesa no dejaban de verme especialmente Luciano y esteban, esperando una respuesta, solo la deje que siguiera, no tendrá caso alguno darle otra importancia, eso pensaba.
– ¿Es mayor que tú? —! ¡No!
La mirada de Luciano en mi rostro, yo miraba a mi alrededor mi mente haciéndose miles de preguntas—Hay personas que ni siquiera se sonrojan, pues lo único que quieren es saber más de la cuenta – ¿por qué a mí? — ¿Por qué esas personas que ni siquiera se sonrojan?, no les da vergüenza pues lo único que quieren es saber más de la cuenta ¿por qué a mí?
A lo que la miro alzando mi ceja yo muy seria, — Considero que esa pregunta no es oportuna y mucho menos en este momento, — le contesto.
Luciano sé levanta de la mesa rodando la silla, sencillamente se le evidencia el fastidio en su cara, a lo que se escucha un murmuro, entre la chica de la oficina –¿Qué paso? no entendí nada.
De inmediato suena ¡big! un mensaje de texto que decía: “No sé cómo harás, pero yo te voy a llevar a tu casa” eso fue un mensaje a mi celular de parte de Luciano.
Mucha gente teme encontrarse con su familia en Navidades por miedo a preguntas incómodas, como:
– ¿cuándo me vais a dar un nieto? o ¿y tú qué, ya tienes novio (o novia)? A mí me acaba de suceder Siempre hay que dar una respuesta: no vale levantarse y esconderse en el baño, esta chica era muy entrometida se pasaba, creo que quería sobre salir en el grupo, a decir verdad, seguimos compartiendo tragos en la mesa, yo observaba a Luciano estaba en otra mesa ya que es el jefe le tocaba rotar con cada invitado.
De repente la chica se me acerca nuevamente, — ¡a no vale ya esto es personal! Exclame dentro de mí diciéndome:
— Vi tus papeles en la fotocopiadora, —¿Por qué estás trabajando en el nuevo proyecto? Si sigues siendo nueva, — este proyecto debe dárselo a otras personas.
Allí no lo tolere más ya se había extralimitado, sacándome de mi zona de confort. –No me subestimes evita en mal rato. – le conteste. Las mujeres también tienen un sesgo sexista hacia otras mujeres está ampliamente documentado. Me pregunté esta vez — ¿Por qué está actuando así?, me pare furiosa de dónde habría sacado esa conclusión sobre mi persona.
Salgo del salón muy molesta ya me quería ir, llamo a Fernando: repita muchas veces el celular u no contesta. – ¡Que extraño! — no contesta más de 18 llamadas perdidas, su llamada era enviada al buzón.
Fernando se encontraba en una cita con una chica ese día, entre copa y tragos había olvidado por completo pasarme a recoger, yo ya no era importante en su vida que me olvido por completo no seguí intentándolo deje de llamarlo apague el celular. ¿Qué hago ahora? Eso me puse a pensar.
deje encendido el celular que me regalo Luciano suena ¡big! era otro mensaje: "te envié un taxi tómalo por favor", el universo conspiro eso pensé, el primer mensaje era para que me fuera con Luciano por tonta no lo hice y Fernando me dejo aquí cuantas cosas me pasaron hoy.
Llega el taxi el señor llego a buscarme, — ¡feliz noche señorita! el jefe la mando a buscar, me subí al carro me pongo muy nostálgica esta es la primera mira hacia el pasado con la idea de que las cosas han cambiado, sí, pero algunas lo han hecho para mejor. La segunda, sin embargo, tiene como objetivo restaurar todo lo que me ha sucedido, llegué a un restaurante que no sabía que existía, era un club de personas muy lujoso otro ambiente, la vida de ricos –pensé.
Me bajo del auto me quede esperando cerca a la entrada, yo me encontraba de espalda hacia la entrada me pareció oír Luciano, pero lo afirme por su perfume coloco sus manos sobre mis ojos.
— camina conmigo dice.
Había una caminería o un sendero, solo se escuchaba mis pasos sobre una madera sólida, era fría la noche el cielo para dos super estrellado música de fondo romántica — puedes mirar dice, cuando abro los ojos, veo una mesa divina con velas una botella, yo en mi vida había tenido una cena romántica, pensé (Fernando nunca me llevo algún lugar así), cuando volteo a mirar a Luciano.
— En febrero vas a cumplir tu mayoría de edad, — por lo menos, y sonríe — aún estoy a dos meses, — antes que me digan que estoy criando un bebe.
Todo un caballero, "Le daría mi Vida".
En algún momento de tu vida quieres una gran estabilidad emocional ciertamente todas hemos soñado con ese hombre que llega a tu vida, yo quería creer que era Fernando, pero no, habían pasado muchas cosas entre nosotros tantas que Fernando solo me daba inseguridad, temía que pasara lo inevitable yo tenía que poner mi vida en orden.
Continuando con Luciano ese día cenamos pasamos la noche bailando, riéndonos, fue mágico, te habrá pasado o sentido cuando estas con alguien que sientes que conoces hace mucho, una conexión única donde el tiempo pasa super rápido y no te das cuenta.
Ese día volviendo a la realidad como todo inicio de semana toco nuevamente trabajar la celebración de fin de año era simplemente protocolo, se continúa laborando allí las vacaciones eran individuales, inicio la rutina llegando a mi puesto de trabajo.
Estaba full trabajo, pero mi oficina era única en la inducción te dicen que debes ser super ordenada, las carpetas de proveedores van por orden alfabético, por clientes separados los de crédito y contado, yo era así muy dedicada estaba organizada si mi jefe solicitaba algún documento lo tenía rápido, resumiendo (dedicada) a una expresión por mi manera de organizar.
Ya era la hora de entrada solía llegar temprano, a primera hora un mensajero llega a la recepción con un ramo de flores, porque de allí podía ver quien llegaba inmenso ramo con flores rojas muy hermosas, por cierto, la recepcionista arma el escándalo por describir sus intenciones a lo que suena el teléfono de mi oficina.
– ¡Aló!, muy buenos día– contesto.
—¡hola!... este ramo de flores es para ti – me dice la recepcionista.
– ¡Ah! — gracias —ya voy por él.
Al llegar a recepción justo detrás de mi viene ingresando a la empresa mi jefe Luciano, no se contuvo en acercarse a la recepción:
–¡Buenos días! ¿Tengo llamadas?
–No ingeniero, contesta la recepcionista.
–OK ¡gracias! Responde Luciano
Voltea y me mira – señorita Amria sube –Buen día que lindas flores, –Casi tartamuda le respondí – gracias ingeniero, Sin ver la tarjeta de las flores, llego a la oficina reviso la nota que decía: “anoche me quedé dormido, sin batería no supe más de mi hasta esta mañana paso por ti al almuerzo” te amo (Fernando).
Si me tocaba describir lo que sentía en ese momento era como frustración, no podía descifrarlo, Fernando tenía una manera muy extraña de querer, no puedo negar que yo pensaba que él era esa persona con quien ser y estar el resto mi vida), pero poco a poco me fue alejando de ese pensamiento solo con sus acciones, actitudes, mentiras. Habían derribado todo pensamiento lindo
Esto retumba en mi cabeza día a día, no estoy confundida por la llegada de Luciano eso me queda bien claro, sino que algo dentro de mi sintió que no podía ser novia de alguien que tiene otro norte, que sus pensamientos varían de dirección constantemente.
Mirando detenidamente las flores, yo no lo podía creer, ¿sabías que? “la madera cuando clavas un clavo podrás sacarlo, pero ya el agujero este hecho” esto pasaba cada vez, decir que es su culpa es mentir realmente ambos lo somos culpables porque yo lo permitía, Esto me agoto física y emocionalmente me daba nostalgia, — será que Fernando es del que piensa que solo unas flores pueden arreglar una situación así, aun le daba el beneficio de dudar, yo sentía que solo estaba con él porque no quería sentirme sola, cada día me alejaba estaba cambiando mucho o ¿soy yo? la que cambié – pensé.
Ciertamente una parte de mi se conmovía por la situación para ser realista Luciano tenía su novia de años, igualmente Fernando y yo tenemos dos años, en crisis amorosas esta es la primera vez que sentía que debía dejarlo, no estamos en la misma sintonía eso debía hablarlo, pero quería dejarle en claro algo, Continúo revisando mis papeles, por el vidrio Luciano me hace un gesto con la cabeza que fuera detrás de él. Suena mi celular ¡big! mensaje:
–Y esas flores quien se me adelanto, a enviarte flores me dice Luciano, eso me hizo reír justamente cuando me levanto de la silla para dirigirme donde está Luciano, viene detrás de mí la señorita Rebecca ella se le acerca muy afectivamente, besándolo no me queda más opción que voltear la cara al otro lado.