CAPÍTULO 40

2422 Palabras

Tomo un hondo respiro antes de salir de la habitación para calmar el enojo que siento por lo que me acabo de enterar, de las pastillas. No puedo dejar que mis emociones salgan a relucir y me delaten. Debo seguir en mi papel de la mujer sumisa que acata todo lo que Deian demanda y no levantar ningún tipo de sospecha. Cuando siento que estoy lista, abro la puerta y avanzo, caminando con algo de sigilo, pues no me confío del todo en las palabras de Deian, asegurando que los perros no andan por aquí. Con cada paso que doy, mi corazón sube y golpea mi garganta. Sin embargo, a pesar del temor de encontrarme con esas bestias, aprovecho para ir revisando las habitaciones que hay en mi camino, así confirmo lo que ya sospechaba: todas las ventanas tienen esos barrotes para impedir que yo pueda esca

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR