Laura despertó y se sorprendió al ver a Marco aún en la cama, por lo general se levantaba temprano, en cuanto salía el sol estaba listo para un nuevo día, pero hoy estaba despierto solo abrazándola. - Buen día. - ¿Buenos días, hoy no va a tomar cuenta del rancho? - Voy, pero estaba esperando a que despertaras. - ¿Por qué? - Porque ayer me diste un regalo, cariño, no iba a dejar que te despertaras sola después de eso. Laura sintió que su corazón dio un vuelco ante la declaración. - Gracias. - No me des las gracias, fui yo quien ganó el regalo, ahora ven, te lavaré el pelo. - Puedo hacerlo yo. - Sé que puedes, pero quiero hacerlo yo, nada más justo. Realmente pensó que Laura se molestaría por tener su cabello golpeado por su semen, pero ella no demostró estar irritada, al contrari

