HANNAH —Sería una cosa si, de repente, empezaras a acostarte con tu jefe después de conseguir el trabajo, pero ese no es el caso —dijo Jesse—. Vas a la entrevista con una conexión ya establecida con él. Eso es un escenario totalmente diferente. Entendía ese punto. Podía casi aceptarlo. Pero había demasiado pasando, y ese era solo uno de muchos, muchos puntos. —El único inconveniente que veo es si decides que no quieres estar con él después de aceptar el trabajo —dijo Clem—. Las cosas podrían ponerse un poco complicadas. —Sí, eso —exhalé. —Pero si eso llegara a pasar, ambos son adultos y podrían manejarlo —ofreció Jesse—. Además, por la forma en que lo describes, dudo mucho que no vayas a querer estar con él. —Podría pasar, Jess —susurré. —Además —continuó Jesse como ignorándome—, m

