Esa tarde mientras regresaba a la escuela acompañada de mi amiga, mi protector y el director de la escuela, sentí deseos de desviar mi camino. La conexión con mi majestuoso dragón era tan fuerte que siguió mis deseos, nos desviamos del camino y el nuevo paisaje era extraño, no por las cosas que podía admirar, si no por el hecho de ser un camino poco habitual, por que jamás había transitado. -¿Qué haces? ¿a dónde vamos? -dijo mi protector con voz preocupada -No debemos desviar nuestro camino -advirtió el director Pero mi majestuosa compañía no se detenía, por supuesto era culpa mía, algo me llamaba más allá de las nubes, más allá del castillo del reino mágico, más allá de la escuela de magia. Pero estaba cerca de mi antiguo hogar, eso lo sabía, tras las colinas más allá del horizonte est

