Círculo Vicioso

Mi nombre es Adriana Briceño Torres, cumplí los 22 años hace díies días, el diesinueve de mayo. Hoy es una noche muy fría, la nieve está acumulandose en las calles, detesto las noches como esta, me recuerdan demasiado aquella fatidica noche de hace trece años, cuando ocurrió lo que me convirtió en esto. Esta noche estoy de cazería. Estoy vestida para la ocasión: falda negra corta al vuelo, que si se acortara tan sólo un centimetro más dejaría ver mi hilo n***o con encaje, blusa blanca corta que deja ver mi ombligo, no tengo sosten y mis pezones se marcan y para rematar tengo zapatillas negras de tacón alto. Busco a un hombre de cuarenta años o un poco más y cuando vas a cazar la vestimente es muy importante, permite atraer a la presa y atraparlo cuando está más indefenso. Entro al clud nocturno llamado La Sirena. La pista de baile está bastante llena y también la barra del bar. Inspecciono el lugar con una rápida mirada y pronto lo veo: cabello n***o corto, piel blanca, quijada cuadrada y definitivamente está entre sus cuarenta y tantos años, él es justo lo que busco esta noche. Me siento cerca de él y le lanzo una mirada con una sonrisa provocativa. —Hola, preciosa ¿Cómo te llamas? —Te costara una bebida saber eso. —Sirvele un wisky dieciocho años y ponlo en mi cuenta—dice dirigiendose al barman. El barman me sirve el wisky en una copa y empiezo a bebermelo. Sonrío, estos momentos se disfrutan mucho cuando cazo, la presa no tiene idea con quien se topó. —Alicia, mucho gusto ¿y tú eres? —Roberto, mucho gusto. La conversación va avanzando y Roberto sigue invitandome tragos, mientras habla sobre su trabajo como constructor y de algunas de sus amistades. Me aseguro de aparentar estar interesada en cada palabra que dice. Llega el momento que noto que el alcohol le está afectando mucho, ha estado bebiendo mucho más rápido que yo. Es entonces cuando le propongoir juntos a un lugar más privado, él acepta sin dudarlo. Salimos juntos del clud nocturno, saboreo el momento, siento una sensación de extasis, entonces cuando él abre la puera de su carro, lo beso en la boca e inmediatamente después lo apuñalo en el abdomen con el cuchillo que guardaba en mi bolso. Continuo apuñalandolo otras siete veces y entonces cae al suelo. Tomo las llaves del auto y lo subo al asiento de atras Comienzo a conducir y pronto llego hasta el almacen que he preparado para la ocasión, ahí tengo mis herramientas. Corto las extremidades y el cuello y lo envuelvo todo en bolsas. Este almacen cuenta con un incinerador, el cual utilizo para finalmente inciderar el cadaver parte por parte. Devuelvo al auto de la victima a un lugar cerca del clud nocturno, me bajo y camino hasta subir a mi camioneta, he terminado de cazar por esta noche, es hora de ir a casa.