Mi embarazo con Max Emiliano había sido bastante tranquilo y fuera de cualquier malestar o cansancio. Mi vientre no era ni muy grande ni muy pequeño y podía trabajar y desplazarme tranquilamente. Pero este embarazo resultó ser diferente. Con cuatro meses de embarazo parezco una pelota, mi vientre luce tres veces más grande que cuando tenía a Maxi. Habia ganado algo más de peso, ya no me apetecía maquillarme y todo lo que me antojaba ponerme eran vestidos holgados para estar más cómoda. Mis hormonas están hechas un lío, en un momento estaba feliz, en otros lloraba por la mínima tontería y luego me enfada por nada. Siento compasión con Edrick y toda la paciencia que me estaba teniendo. Habiamos estado trabajando en casa mientras se recuperaba, ya estado al cien ambos tomamos la d

