Segundo beso

1893 Palabras

Luego de varias horas de conversación con la madre Bastián, Adriana ya había dejado de estar incomoda por lo parlanchina que era su suegra falsa. La mujer era tan dulce y amable con ella que despertaba ciertos sentimientos que la pelirroja pensaba que estaban olvidados. La señora Helena era muy maternal, era una linda abuela. Sin duda alguna su hijo seria bendecido por tener una abuela como ella. Lástima que el bebé que llevaba en su vientre no llevara la misma sangre que esa señora. —Ya debo irme cariño, no quiero que Bastián me encuentre aquí y piense que te estoy abrumando —se pone en pie con ayuda de Louren —. Estuvo muy rico el tentempié que nos trajeron. —¿A su hijo no le gusta que este en su casa? —Adriana se pone en pie también. —No es eso, sino que, luego se pone a pensar que

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