Capitulo 20

1173 Palabras

Mi suegra en cuanto se enteró vino a quedarse unos días, está contenta de saber que por fin va a volver a ser abuela, entre ella y mamá estuvieron pendiente de mí, no me dejaban sola. Exageraban en los cuidados, ¡no uses tacones!, ¡no camines rápido!, ¡no andes descalza, vas a resbalar! Me estaban volviendo loca. En cuanto Florángel me dio de alta, no esperé más para escapar de ellas y me fui a trabajar, para qué me dejarán tranquila. Los antojos eran variados desde los dulces a los salados, pero lo que más se me antojaban era lo ácido, me la podía pasarme comiendo linos o grosellas. Siempre traía conmigo estos frutos y era feliz comiéndolo mientras quiénes me veían hacían caras chistosas. —¿Qué buscas amor? —me pregunta Darío cuando estábamos comiendo en el restaurante de mi hermano. —

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