Cuando desperté mi bebé, estaba dormida a mi lado, le acomode algunas almohadas, aunque ya tenía tres años lo hacía, salí de la habitación y entré a la mía, tome mi teléfono. —Hola prima, ¿estás ocupada?—Salude a mí mi Florángel en cuanto contesto. —Hola peque, para la familia nunca —me contestó —dime primita ¿Necesitas unos consejitos fogosos y ricos? —me preguntó con su típica sonrisa pícara. Florángel es mi ginecóloga y también es sexóloga, es la prima loquita de la familia, aún está soltera a su edad. Ella dice que es como la alondra un ave libre y amorosa, si amorosa con las que la quieren, Pero leona cuando de defender a la familia se trata. —No quiero “tus consejitos” —hago una señal con mis dedos en comillas y sonrió —quiero una consulta, dame un turno para mañana temprano —le d

