Me desperté y fui a darme un baño, Darío ya no estaba en la habitación, supongo que está trabajando en el despacho, alguien toca la puerta cuando salgo del baño. Voy a ver quién es al abrir y veo a una personita de siete años parado frente a mí lo quedo viendo esperando que hable. -¿puedo pasar? -preguntar viendo hacia adentro, buscando ver si su papá está aquí, sonrío y lo hago pasar. -¿que lo tiene preocupado a mi principito lindo? -lo siento en mis piernas cuando me siento en la cama. -Mami, te recuerdo que yo no soy tu Principito, soy todo un hombre -me contesta bajando sé de mis piernas, dejando mis brazos vacíos. -Bien, ¿qué es lo que le preocupa mi hombrecito? -le vuelvo a preguntar. -Mi papi me dijo que no puedo ayudar a mi hermana a llevar a la cima de los negocios a su empre

