-Vivimos en pleno siglo veintiuno, como una mujer puede permitir tanto maltrato, si algún día Junior me lograra levantar la mano se la corto en mil pedazos -menciona Casandra con un gesto de indignación, por lo que Roxana nos contó.
-Mi hermosa hija, a veces el amor ciega a las personas, como mujeres por querer que nos miren o nos tomen interés, nos enamoramos del menos indicado, sin conocerlo, aceptando todo lo que nos pide, no vemos las señales que nos dicen aléjate. Si no reaccionamos a tiempo y nos alejamos podemos terminar dañadas o lo que es peor hasta muertas -menciona mi madre transmitiendo un poco de su sabiduría.
-Tiene razón suegra, no lo había visto desde ese punto de vista, a veces nos dejamos llevar por lo que vemos y oímos -responde Casandra apenada.
-Mis amores, ustedes
