-Dios, este sí que ha sido un día de locos- dije restregandome los ojos luego de sentarme de nuevo en la mesa junto a Malor, ambos me observaban expectantes y realmente no tenía muchas ganas de hablar- La pizza estaba deliciosa, te agradezco el gesto, es especial cuando estás tan ocupada con tus tareas- me miró sonriendome, ella me entendía. Sabía que era duro hablar siempre de las cosas. -Gracias, no fue nada. -De hecho le decía lo mismo, está buenísima- dijo Malor opinando lo mismo que yo, la pelirroja le dio una sonrisa brillante como agradecimiento por sus halagos. -¿Y los chicos?- pregunté dándome cuenta de que mis pequeños demonios no estaban cerca. -Relajate, fueron al cuarto a buscar sus dibujos para enseñarselos a Malor- dijo ella girando la página. -Necesito descansar- dij

