JiMin

1188 Palabras
Ser independiente conllevaba una gran responsabilidad, la principal, cuidar de mí mismo. Soy pésimo en eso ¿Cómo le hacen mis padres para batallar con un hijo? Llegué a casa después de hacer las compras, que prácticamente consistían en paquetes de ramen para alimentarme mientras mis padres no estuvieran en casa y para que ellos regresaran aún faltaba un mes. No compré el ramen por ser un holgazán, es que, cuando regresé de la escuela quise cocinar algo ¿Qué tan difícil sería? A decir verdad mucho. Casi incendio la casa y no sólo eso ahora tenía que limpiar el tiradero de aceite de la cocina. Luego de tres minutos retiré el agua de la estufa y lo serví en un plato hondo, mi padre TaeHyung es un poco infantil. La mayoría de nuestros platos, tazas, vasos y demás tienen decorados muy coloridos, los mismos que elegiría un niño, una realidad no muy lejana a papá. Recordé que, me reuniría con JiMin hoy para ver lo del trabajo porque el día anterior suspendí mis actividades para ayudar a mis padres a empacar, tomé mis cosas, cerciorarme antes, de que la estufa estaba apagada. Salí de mi casa con dirección a la de JiMin. Llegué en cuestión de minutos. Toqué la puerta. La estructura de nuestras casas se veía similar, la diferencia es que su casa fue pintada con un café claro, decorando las orillas de blanco y mi casa era de un azul marino con los mismos adornos pero en azul claro y aun lado de la entrada colgaba un columpio. A mis padres les encantaba que nos sentáramos los tres cuando sucedían las llamadas lluvias de estrellas o simplemente para convivir. Cuando la puerta se abrió pude ver a un señora, de aproximadamente unos cuarenta años, de bajaja estatura, complexión delgada y un par de canas a la vista. ──Buenas tardes, soy Jeon Jungkook el compañero de trabajo de JiMin. ──Buenas tardes, pasa ──la seriedad de su voz complementaba su dura expresión. La casa por dentro también se parecía a la mía, pero con un par de cambios para ampliar la sala. La mamá de JiMin me indicó que subiera las escaleras y que entrara a la recamara con la puerta de color blanco. Estando arriba fuera de la mirada de aquella mujer me sentí menos incómodo. Vi a JiMin saliendo de su recámara con una caja en las manos. ──JiMin ──saludé para que notara mi presencia. ──Hola Kook ──sonrió──. Espéra aquí un momento, voy a dejar unas cosas. Lo vi desaparecer por las escaleras, físicamente la similitud con su madre resultaba asombrosa, pero en cuanto a personalidad parecía ser lo contrarío. JiMin regresó al cabo de unos minutos, fui hasta su cuarto y me senté en la cama, ya que, era el único lugar disponible aparte de la silla en donde él estaba sentado frente a su computadora. Durante ese rato juntos descubrí su amor por la historia, grandioso. Nos tocó investigar acerca del renacimiento, y como el profesor nunca mencionó un área en específico, decidimos ir por la pintura. Para nuestra exposición elegimos cada uno a un pintor. Elegí a Miguel Ángel por ser más llamativo para mí y JiMin escogió a Paolo Veronese. Al fin obtendría una buena nota con la investigación y la exposición. Cuando trabajaba en esto con YoonGi el profesor solía ponerme no más de siete por la informació incompleta. Como iban las cosas por fin obtendría un precioso diez. ──Pensé que sería más difícil ──mencionó JiMin al cerrar las páginas de donde conseguimos la información. ──Hubiese preferido que leyéramos un libro. ──Como habrás notado ──señaló los estantes vacíos──, no tengo libros sobre el tema. ──Yo tampoco ──reí──. Es momento de irme. ── ¿Quieres quedarte a comer? Después de todo, tus padres siguen de vacaciones ¿No? ──Preferiría no hacerlos pasar un mal rato ──quise evitar un regaño innecesario. ──Lo siento, mis padres son muy cerrados en cuanto al tema de parejas del mismo sexo ──dijo con vergüenza. Lo noté. Sabía que JiMin no tenía la culpa, pero era cierto que a la gente le molestaba tenernos como vecinos, al principio cuando recién llegamos muchas personas se mudaron, a otras simplemente pareció no importarles y se quedaron. Su descontento siempre notable. ──Nos vemos mañana ──tomé mis cosas encaminándome a la salida. JiMin me siguió. ──Mamá voy a acompañar a JungKook, regreso en un rato ──salimos de su casa. Por el frío, me abrace a mí mismo. Aún con los brazos descubiertos JiMin era indiferente al estado del tiempo. Llegamos a la entrada de mi casa, busqué las llaves en los bolsillos de mi pantalón. ── ¡Rayos! ──definitivamente ser independiente no me va. ── ¿Qué pasa? ──Olvidé mis llaves adentro ──recordé. ──Se supone que nuestras casas son parecida ──afirmó──. Espera. A pesar de lo que me dijo lo seguí. Rodeamos la casa hasta dar con la ventana de la cocina, JiMin dio unos golpecitos sobre está, acto seguido empujó el vidrio hacia arriba y la ventana se abrió. ──Listo ──dijo más que feliz. Puso sus manos sobre los bordes de la ventana y de un salto se metió a la casa── ¿Qué paso aquí? ──se refería al tiradero que tenía en mi casa. Bajó la ventana y con las manos me hizo señas para ir a la puerta, abrió desde adentro. El pobre chico se ensucio con polvo blanco, que suponía, era harina── ¿Qué estabas tratando de cocinar? ──preguntó divertido. ──Quería hacer hotcakes ──admití desviando la vista. ──Qué dices ¡Los hotcakes no se hacen con aceite de oliva! El que tienes sólo es para aderezar ──estalló en carcajadas. ──No es gracioso. Recordé lo que le mencioné en la escuela. Subí a mi recamara, me siguió. Busqué en mi repisa de libros los cómics que le prometí, no era la gran cosa sólo consistía en una pequeña tabla pegada a la pared, cerca de la cama. Se los di y él me miró sorprendido o feliz, no supe interpretarlo. ──Cuidalos con tu vida son de mi papá. ── ¿Quieres mucho a tus padres, cierto? ── ¿Cómo no hacerlo? Son mi única familia. Después de la muerte de mi madre se hicieron cargo de mí ──hablar de mis padres me inundaba de felicidad──. Ellos merecen lo mejor. JiMin me observó, de cierto modo, me incomodó, desvié la vista mirando nada en concreto. Fue rápido, demasiado rápido. En microsegundo pasé de estar de pie a terminar recostado en la cama con JiMin encima de mi persona, me miraba con tanta intensidad provocando que me avergonzara, mi rostro se sentía caliente. JiMin se acercó sin vacilar y me besó o al menos lo intento en un principio porque yo mantenía mis labios firmemente apretados hasta que mordió mi labio inferior y entonces se apoderó de mi boca. Fue un beso torpe con una unión tosca. ¡JiMin me estaba besando! ¿Qué haces JungKook? ¡Quítalo! ¡Golpéalo! Lo que sea, pero apártate de él. Quise hacerle caso a esa vocecita pero no pude, intentaba comprender lo que sucedia y mi estado de shock no permitió que respondiera.
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