POV ELIZABETH
El sol filtraba su luz a través de las cortinas, iluminando la habitación con una calidez tenue. Mis ojos se entreabrieron lentamente, acostumbrándose a la claridad matutina, y lo primero que vi fue a Adam, aún dormido a mi lado.
Su rostro relajado, su respiración pausada y el leve fruncimiento de su ceño mientras dormía me hicieron sonreír sin querer. Se veía sereno, sin rastro de la intensidad con la que me había poseído anoche.
Pero lo que más llamó mi atención fue su cuerpo, desnudo y parcialmente cubierto por la sábana. La línea de su mandíbula, su torso definido, el leve ascenso y descenso de su pecho… era la imagen de la perfección.
Me mordí el labio.
Deslicé mi mano suavemente por su abdomen, sintiendo el calor de su piel bajo mis dedos. Adam se movió apenas, per
