POV ADAM Las luces frías del hospital zumbaban sobre mi cabeza mientras sostenía la mano de Elizabeth con fuerza. Su piel seguía helada, pero al menos ahora su pecho subía y bajaba con un ritmo constante. Había pasado por el infierno y había sobrevivido. Eso debería ser suficiente para calmarme. Pero no lo era. No mientras supiera que había algo entre nosotros que aún la mantenía a la defensiva. Cuando finalmente abrió los ojos, la primera expresión en su rostro fue confusión. Luego dolor. Luego duda. —Adam... ¿estás aquí? —Siempre. —Mi voz sonó grave, ronca, cargada de emociones reprimidas. Sus ojos recorrieron la habitación, como si esperara que todo esto fuera una maldita ilusión. Pero no lo era. Ella estaba viva. Y yo estaba aquí. Tomé aire con dificultad. Este era el momento. N

