Aquella mañana había amanecido misteriosamente de buen humor, nunca tenia buen humor en las mañanas, pero aquella mañana, me encontraba feliz, tan feliz que tenía ganas de correr a mi colegio. -¡apúrense! – grite a mis hermanos para que tomaran sus mochilas y nos largáramos de una buena vez del lugar. Todos se encontraban con el mismo ánimo, no tenían el mío, tenían el ánimo entre una combinación de tristes y enojados. - cállate si no quieres que te paso lo mismo que a Harry. – dijo Ashton rodando los ojos. Me encogí de hombros, no quería pelear con nadie, y mucho menos con mi hermano, pero aun así sentía curiosidad de que es lo que le había sucedido a uno de los gemelos. - ¿Qué le sucedió? – pregunte en apenas un susurro temiendo que Ash me gritara o peor me lanzara alguna de sus cosas

