Capítulo 6

1595 Palabras

Ordené mi escritorio y cerré todos los programas del computador con suma lentitud. ¡Me sentía tan cansada! Bajé sin ganas. Firmé el libro de asistencia, saludé al guardia, que se preocupó al verme un poco demacrada y me fui a casa, agradecida de tener listo mi almuerzo, aunque, para ser sincera, no tenía ganas de comer. Me senté en la mesa de la cocina y di vueltas mil veces a mi comida con el tenedor, me sentía sola, parecía que, en unas horas, mi departamento había crecido y lo sentía vacío y desolado. Yo me sentía vacía y desolada. Al llegar de vuelta al edificio, cinco minutos antes de las dos, don Fernando, el guardia, me avisó avergonzado que Benjamín había dado la orden que yo no debía firmar el libro: "Órdenes directas del Señor Roldán", me dijo. No podía ser verdad. ¿Habría pu

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR