Capítulo Doce Al entrar en mi apartamento me encuentro a mi compañera de camada tumbada en el sofá al lado de Machete, jugando con su teléfono...y cuando veo el juego que hay en pantalla deseo no haber mirado. Su título es una tautología de pesadilla: Angry Birds. —Hola, hermanita. —Olive apaga el móvil, ahorrándome ser testigo de la masacre de unos cerdos inocentes y de la despiadada destrucción de la propiedad que es la base de ese terrible juego. Normalmente no me pongo del lado de la gente que dice que los videojuegos son el motivo del aumento del nivel de violencia entre los jóvenes, pero si alguien quisiera prohibir este juego basándose en esos motivos, yo estaría a favor. —Hola —le saludo. Ella aparta a Machete y se levanta. Él le lanza una mirada cargada de puñales. Ella res

