🌟TIFFANY🌟
No sé en qué momento el cansancio me venció. Cuando mis ojos se abrieron, un sentimiento de desorientación me envolvió. La luz que se filtraba por la ventana no me daba ninguna pista sobre la hora. Tomé mi celular y la pantalla me reveló la hora: tarde. La habitación estaba en silencio, la ausencia de mi tía era un eco palpable. Me di cuenta de que no había regresado en toda la noche.
Con una mezcla de ansiedad y nerviosismo, me levanté para ducharme. El agua tibia resbalando por mi piel no hacía nada para calmar el torbellino en mi estómago. Cada minuto que pasaba, el miedo crecía. ¿Cómo me enfrentaría a mi huésped? Los “qué nervios” que me decía a mí misma resonaban en mi cabeza, un mantra que no hacía más que aumentar la presión. La realidad de la situación me golpeó con
