🌟TIFFANY🌟 El jueves se repitió el mismo patrón. El chofer llegó puntualmente, con su profesionalismo impecable y su discreción habitual, pero sin señales del hombre que había ocupado mis pensamientos de maneras completamente inapropiadas. Me recogió, me llevó al trabajo, y luego de regresar a casa, todo en un silencio cortés que solo acentuaba la ausencia de su empleador. Cuando finalmente llegó el viernes, el mismo chofer meticuloso apareció frente a mi puerta con algo adicional: una caja considerablemente grande, envuelta con elegancia en papel mate color champán y atada con un lazo de seda. Mi corazón comenzó a latir aceleradamente mientras la recibía con manos ligeramente temblorosas. —El señor me pidió que le entregara esto personalmente, señorita —dijo el chofer con una ligera

