**DEBBIE**
Lo miré fijamente, asegurándome de que el mensaje se hundiera. La semilla de la duda y la advertencia ya estaban sembradas.
Tiffany. Siempre Tiffany. Ese nombre que se repetía en cada conversación, en cada reunión familiar, en cada maldita esquina de mi vida. Él hablaba de ella como si fuera una diosa descendida del Olimpo, como si la luz del sol solo brillara para iluminar su perfecto rostro. Como si no pudiera ver más allá de esa imagen idealizada que se había construido en su mente patética y romántica.
Y ahí estaba yo, sentada frente a él en ese café pretencioso que ella probablemente frecuentaba, escuchando cómo ese idiota seguía esperándola como un perro fiel. Rechazando oportunidades. Ignorando señales evidentes. Aferrado con uñas y dientes a una mujer que probablem
