Jackson
observó con algo de curiosidad e intriga a Max, mi mejor amigo de casi toda la vida, desde que nos saludamos hoy en la mañana a estado actuando algo extraño, y hoy luego de el entrenamiento y después de la típica charla de bienvenida que nuestro entrenador de fútbol americano nos da prácticamente todos los años me dijo que tenía que proponerme un trato por lo que aquí estamos, a la hora de el almuerzo, recostados en las gradas de la cancha.
-entonces me vas a decir que te tiene tan nervioso.-empiezo a jugar de manera distraída con el lóbulo de mi oreja.
-no presiones, es algo difícil de decir.
-como quieras, pero ya va a ser hora de entrar a clases y no pienso llegar tarde a las clase del profesor Freud.
-ash no me lo recuerdes, no sabes cuanto descanse de el en estas vacacion
