Cristine
Los nervios me traicionaban, sabía que todo estaría bien pero la simple idea de que el vería a mi amiga, que volverían a estar cerca me daba dolor de estómago, estaba consciente de lo que ella sentía pero había algo en mi interior, una pisca de desconfianza sobre sus sentimientos.
La tarde me la pase caminando de unlado a otro, pareciera que le había hecho sanja an piso pero de verdad no podía calmarme.
Fue cuando llegó que supe que no había ido bien, entonces ese sentimiento de culpa me invadió, tal vez no debiamos estar juntos y esta era una clara señal de ello.
Pero sus palabras, sus benditas palabras me hacían pensar lo contrario, el me amaba y estaba dispuesto a todo por estar conmigo, ¿Porque no hacer yo lo mismo?
Las relaciones son recíprocas y si el da yo igual, el ya
