Cristine Adriana tenía razón no podía darme por vencida tan fácil, no podía dejar que el pensara así de mi, debía escucharme, tenía que obligarlo a que me permitiera hablar, así fuera lo último que haga por esta relación. Una vez se fue mi amiga tome mi maleta y comencé a meter algunos cambios de ropa, solo lo necesario, pues esperaba que todo saliera bien. Me di una larga ducha tratando de borrar cada parte de miseria de mi cuerpo, esta misma noche saldría para alla. Me vestí de ropa comoda y tomé las maletas, salí del departamento solo dos horas después de que Adriana se fuera. Estuve tentada en hablarle a William en varias ocasiones pero si lo hacía lo podría en alerta y tal vez no me escuche por lo que tenía que hacer esto sin que se diera cuenta. Tome el primer vuelo a México y

