William Tenerla así de cercas me había hecho perder todos mis sentidos, tanto que no aguante por besarla, lo que no me imagine fue que me besara con la misma pasión que yo. Sentía sus labios con una suavidad que me volvía loco y sus manos acercándome más a él me hacía perder todo rastro de cordura. Tanto fue así que terminé siendo un idiota preguntándome cosas que ni siquiera me importaban ¿Porque toque el tema de ese idiota? Bufé molesto mientras conducía a la empresa. Deje el auto en el estacionamiento y subí a mi oficina, no era como que tuviera muchos amigos, siempre fui antisocial y eso provocaba que mis empleados no fueran tan unidos a mi. Al entrar a la oficina cerré la puerta no sin antes pedirle a mi secretaria que no me molestaran. Me senté y comencé a revisar los archivos

