14. ¿Será M?

2563 Words
" Parásitos, eso es lo que sois. Ustedes tres, siempre lo han sido, y siempre lo seréis. Nada os puede cambiar. Sois doblemente, tres veces, parasitarios; primero, porque han negociado desde niños con esa semilla de talento que tuvisteis la suerte de heredar de sus fantásticos antepasados; segundo; porque ninguno de ustedes han hecho la carrera del trabajo honesto en sus vidas mas que ser listos sobre nosotros, el tonto público; y tercero, porque os aprovecháis el uno del otro, viviendo en un mundo de fantasías que no tiene relación con nada en el cielo o en la tierra". Alessandra cerró su libro con cierto fastidio, lo había encontrado entre las estanterías de su padre, "Les Parasites" de Daphne du Maurier, le había parecido una buena opción para despejar un poco su mente, poco sabía que aquellas palabras sobre una hoja iban a causar el efecto contrario. " Ay Demetrio, ni siquiera después de que nos hayamos separados dejas de darnos dolores de cabeza, antes, con tus acciones voluntarios que llamábamos excentricidades, ahora, con algo que ruego solo sea otra excentricidad más. " Pensó casi como reflexionando para si misma Hacía días que su pseudo investigación se encontraba estancada, el cansancio tanto físico como emocional empezaba a afectar cada vez más las reuniones de los tres hermanos, ya casi no eran reuniones, eran debates violentos, que próximamente se convertirían en improductivas peleas, si no es que ya lo eran. Ale, exhausta se tiró sobre su mullido colchón, " Que bonito sería si esta bestia suave me absorbiera, y me escupiera cuando todo este solucionado " Se dijo a si misma como un infantil deseo, mirando al techo, " O que súbitamente, la fina cadena que sostiene al precioso candelabro sobre mi cabeza, ceda, dejando caer la pesada estructura de hierro, y finalmente ver n***o, quizás para levantarse unos meses más tarde en una fría cama de hospital, solo para que una sorprendida enfermera me diga que todo se ha solucionado, o quizás, y solo quizás, no levantarme nunca " Sacudió la cabeza, como intentando despejar su traicionera mente " Lo estás haciendo otra vez Alessandra " se reprendió " Imposible " Trató de convencerse, hace años no lo hacía " ¿Sería tan raro volver a los hábitos de antes? " " Raro... no, no sería raro, sin embargo, peligroso, eso sin dudas. " " Peligroso... " El ruido de las bisagras de la puerta de la habitación contigua la sacaron de su pequeño trance, sin embargo, no se movió, no quería, o no podía, sospechaba que no podía, aunque lo ordenara, aunque ordenara a su cuerpo levantarse de aquella cama, y seguir trabajando en el caso de su padre, sospechaba que su cuerpo no la iba a obedecer. " No ahora, no necesito esto ahora " pensó con las ultimas fuerzas que le quedaban " Claro, idiota, como si tu eligieras cuando pasa. " se volvió a reprender, ella, o su mente, el cansancio no la dejó distinguir. Damian P.O.V El joven hombre caminaba por la acera como si tuviese todo el tiempo del mundo, aunque en efecto, creía que su mundo se iba a acabar. Sacó un pequeño mechero de su bolsillo, junto a un cigarrillo, lo prendió, y se tomó todo el tiempo del mundo para asegurarse de hacerlo correctamente. Cualquier persona que externa que lo hubiese visto en ese momento, no se imaginaría el problema en el que ese pobre muchacho se encontraba, ni del apuro que corría por solucionarlo, allí, en ese transitada calle, parecía el mas calmado entre la multitud, aunque, seguramente, era el más estresado. Su mente empezó a divagar, sin un rumbo en especifico, por un momento, su vista se posó en una bebe regordeta, con las mejillas rojas y un ridículo par de zapatitos. " Ay querida, vas a crecer en este mundo, donde no vas a encontrar más que maldad e inseguridad " Pensó lamentándose por la pequeña criaturita que iba en brazos de su madre " ¿Cuál será la imperiosa necesidad de los seres humanos, de seguir trayendo a este horrible mundo, personas para que sufran? " aunque detectó algo erróneo en su pensamiento " No todos vienen a sufrir, algunos vienen a hacer sufrir, aunque son los menos, creo que son los que mejor se la pasan, debe ser, vamos, alguien debe tener un poco de diversión en este mundo, en el caso contario, la r**a humana se hubiese extinguido hace años. " " O no " Se debatió a si mismo " Quizás el instinto de supervivencia sea más fuerte, quizás nos da miedo perder el control del mundo que creemos dominado bajo nuestro regimen, y seguimos creando maquinas para que el regimen nunca termine " " O quizás solo hay humanos muy estúpidos como para no usar un condón " y con este ultimo pensamiento, lanzó la colilla del cigarro a la acera, para después pisarlo asegurándose de no dejar ni una chispa encendida. Siguió caminando calle arriba, sin rumbo nuevamente, solo esperaba que algo lo ilumine, algún milagro pasara, que de un momento al otro, todas sus preocupaciones se esfumaran, y no lo hicieron, ni un milagro pasó, ni un rayo de sol lo iluminó directo a la cara como una señal de dios, pero algo hizo click en la cabeza de Damián, algo rápido, como una ráfaga de viento que pasa en cuestión de segundos, sin dejar rastro de que alguna vez pasó, sin embargo, fue suficiente para que las piezas del rompecabezas mental, que antes parecía imposible de resolver, se empezara a resolver por si solo. Y todo cobró sentido, o eso creía, eso quería creer, se dio media vuelta, y empezó a volver por sobre sus pasos, caminando casi a contracorriente en aquella transitada acera " ¡Que ciego! como no me di cuenta antes , que ciegos hemos sido " Y apretó el paso para llegar a la casa lo antes posible, con un ardor en el pecho, pero no el mismo ardor que experimentaba siempre, este no era de angustia, ni de temor, al ultimo lo descartó con facilidad por la ausencia de esa presión que sentía cada vez que corría peligro, no, este ardor era diferente, se sentía bien, sería un ardor de... ¿ Esperanza ? Valentino P.O.V Sentado en el sofá principal de la sala de estar, Valentino trataba de descansar con un libro en mano, aunque leía las palabras, las mismas no hacían sentido en su cabeza, se había perdido en la narrativa, cuando su mente divagó en otros asuntos mientras sus ojos leían, cerró y volvió a abrir los ojos en un vano intento de concentrarse en la historia, pero simplemente quedó en eso, un intento. En menos de un instante, la seco golpe de la puerta de entrada abriéndose de golpe, lo hizo sobresaltarse, sin embargo no demostró su sorpresa, y volteo el cuello para encontrar a un Damián al borde de un ataque psicótico. - ¿y a tí que te pasó? - Preguntó con desinterés - ¿Te contaron una historia de fantasmas? ¿Sabes q no son reales verdad? - inentó fastidiarlo - No estoy para tus payasadas Valentino. - Lo frenó de repente su hermano menor - ¿Sabes donde está Alessandra? - - En su habitación, creo. - - Bien, ven conmigo. - - Pero que carajos, No Damián, no voy a ... - - ¡AHORA! - - Diablos, esta bien, ya voy. - Dijo Valentino, profundamente sorprendido por el nuevo estado de locura de su hermano. Rápidamente lo siguió en lo que parecía una carrera de Formula 1 hacía la habitación de Ale, en el medio, Damián se había quitado el saco, se paró bruscamente frente a la puerta cerrada de Ale, y tocó frenéticamente la madera oscura. Adelante se escuchó desde adentro, la voz de Alessandra parecía diferente, como si estuviera resfriada, Damián abrió la puerta con la misma intensidad con que había abierto la puerta principal segundos antes, y entró sin perder tiempo. Valentino lo siguió hacia el interior de el cuarto, y vió a Alessandra que lentamente se levantaba de la cama perfectamente tendida, tenia, ¿Tenía los ojos rojos? - ¿Estuviste llorando? - Preguntó Val con cierto grado de preocupación - No, diablos no. - Respondió ella rápidamente - Se agotó mi crema para el rostro y fuí a comprar otra, pero creo que soy alergica a algo que tiene y me irritó los ojos, estoy bien. - Terminó diciendo - Como digas. - Trató de tranquilizarse Valentino, sin embargo no le creía, algo no estaba bien con ella, la conocía. - Lamento muchísimo cortar con este pequeño numerito de amor entre hermanos, pero creo que descubrí algo, estuve pensando, y creo que es coherente. - - Te escuchamos. - - La noche que fui a hablar con Rosa sobre todo esto, mencionó que padre había "Abandonado" un contrato millonario, porque era muy arriesgado, y Valentino estaba por nacer. - - Hablamos de eso hace 4 noches, nuestra memoria de pez nos permite recordar más Damián, ve al punto. - Escupió con molestia una ya impacientada Alessandra - Si lo lamento, solo quería q los detalles estén frescos .- Se disculpó Damián "Damián disculpándose, esto es raro, debe haber descubierto algo grande" Reflexionó Valentino, con el ceño fruncido y una mezcla de confusión e intriga que le vibraba en el pecho - Bueno, me puse a pensar, y si no estoy mal, las cosas coinciden. - empezó a explicar un intranquilo Damián que empezaba a caminar en circulos a los pies de la cama de Alessandra - Padre salió del trato, Malli está enojado con padre por arruinar un negocio en conjunto, así que por simple deducción decimos que se trata del mismo contrato, ¿Verdad? - - Verdad. - respondió Val, aun más confundido, sin entender donde quería llegar su hermano - A no ser, que Malli no siga tan enojado como hacer creer a todo el que rodea. - - Explicate. - Ordenó Alessandra con el ceño fruncido - Ale, ¿te acuerdas que decía la carta que encontraste en el libro de Padre? - Flashback Hubo algo en ese libro que le llamo la atención de Alessandra, ella se dispuso a leer el titulo " El existencialismo es un humanismo". Fue extraño, sin duda, no era el tipo de escrito que su padre leería, pero hubo algo, algo que ella no estaba viendo, pero si lo sentía. Se sentó en la cama de su padre con el libro en mano, y lo abrió en la primera pagina, allí se encontraba lo que tanto molestaba a Alessandra, lo que le estaba causando un sentimiento de desconfianza, era una carta, una carta ya leída, ella pudo deducir esto por que se encontraba abierta en la parte superior con una navaja. Tuvo miedo de leerla, tuvo miedo de que se enterara algo de lo que no quería, pero lo hizo. Reconoció el nombre de su padre en el primer renglón, y le impresiono la letra, sumamente prolija y redonda. Querido Demetrio: ¿Tanto tiempo no? Espero que no me hayas olvidado, aunque los viejos amigos nuca no hacen. Ahora bien, al grano con el motivo de mi carta, ninguno de nosotros es tonto, conocemos nuestro pasado, no fue muy buena la forma en que nos hablamos la ultima vez, espero que no tengas rencor, así que ahora te traigo un nuevo negocio, de los viejos, los que te gustaban antes de decidir que eran peligrosos. Espero que ahora que no tienes que cuidar mas de tus hijos te intereses. No es nada complicado, nada muy riesgoso, algo tranquilo como para volver a ambientarse. Si te interesa, sabes de sobra que tienes que hablar con M, no me decepciones. PD: Hace un mes, estaba caminando por las calles de Venecia y vi a Alessandra, se que nunca me la quisiste presentar, pero he de admitir que es una mujer muy hermosa, lamentablemente no es mi tipo. Flashback ends - Todo encaja, los viejos amigos que no se olvidan, los negocios a los que ofrecieron a padre volver ahora que no tenía que preocuparse por nosotros, la forma en que discutieron la ultima vez hablaron, TODO tiene sentido. - Dijo Damián enfatizando en TODO, y con los ojos casi salidos de su orbita. - Aunque hay dos posibilidades. - Dijo más para si mismo que para el pequeño publico que lo miraba con esos ojos con los que se miran a un loco que camina por la calle - Dos posibilidades, la primera, el M al cual se refiere, es Morrsion, y quien escribe es otra persona, con la que padre tuvo la misma relación que con Morrison, la sociedad era de tres, así que nos queda, en este caso, señalar a Malli como emisor. La segunda posibilidad, es que Morrison sea quien en realidad escribió la carta, invitando a padre a volver a unirse con Malli, y el. - El rubio terminó su monologo casi sin aire, parecía que todas esas ideas simplemente brotaban de su mente al mismo tiempo que las decía Val y Ale se miraron por un segundo ¿creer o no creer? las coincidencias estaban, eso era claro, pero... ¿Y si solo eran eso? simples coincidencias. "Pueden ser simples coincidencias, como pueden ser verdades" Pensó Valentino Alessandra se volvió a girar la cabeza hacia su hermano menor - Supongamos que no son coincidencias, que de verdad todo lo que dices es así, eso significaría que ni Malli ni Morrison tuvieron razones para s********r a padre. - - Eso también me detuvo a pensar, y supongo que tiene sentido, pero las cosas que encajan son más que las que no. - - Sinceramente no se que pensar. - soltó Val confundido - Sin embargo, hay algo que me gustaría saber antes de sacar conclusiones - expresó Damián -¿Quien escribió la carta?- - No lo sé. - Confesó Alessandra, - El sobre no tenía emisor, ni la carta estaba firmada, era anónima, pero creo que no hacía falta firma, el que la escribió confiaba plenamente en que padre se acordaría de el . - - Solo hay un modo de saber entonces. - se encogió de hombros Valentino - Los espero esta tarde a las 5 frente a la puerta de la cocina.- Y dando por terminada la reunión, se dirigió nuevamente a la puerta cerrada de Alessandra, se disponía a abrirla, cuando del otro lado, creyó oír unos apresurados pasos alejarse, miró a sus hermanos, como esperando aprobación de que ellos también lo habían oído, y se encontró con sus rostros igual de confundidos que el, con sus ceños fruncidos y los oidos atentos, definitivamente no estaba loco, ellos también lo habían oído. Abrió la puerta rápidamente, enserando sorprender a quien sea estuviera escuchando tras la puerta, sin embargo solo logró encontrar un solitario pasillo, sin rastro de vida humana "extraño" pensó "Muy extraño" Salió receloso de la habitación, mirando a ambos lados por si encontraba al espía, pero nada. Giró sobre sus talones una ultima vez, para ver a sus hermanos - 5, en la puerta de la cocina, sean puntuales. - y salió de aquel cuarto con la sensación de que alguien lo miraba " Debe ser solo mi imaginación " se convenció " Si, solo eso "
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