By Agustín Estábamos en la oficina de las chicas, no quise preguntar por Any, tenía miedo que mi voz me traicione y no lograr cierta indiferencia. No sé qué me sucede, ella es la adolescente y el que se está portando como tal, soy yo. Soy un hombre, nada tímido, tengo una larga, larguísima, fila de mujeres en mi haber. Sin embargo, esa ansiedad que siento cuando posiblemente la vea, porque nunca es seguro, ese palpitar acelerado de mi tonto corazón, es terrible, me faltan las mariposas en el estómago, de la que hablan siempre las mujeres... Creo que es demasiado lo que siento, teniendo en cuenta que es sólo una calentura, porque no debe ser más que eso. Recuerdo sus labios, sus temblores, como se vino con mis caricias y mis besos, mejor no recuerdo demasiado y me concentro en la reu

