Entre a la sala de torturas del ala sur, donde estaba el traidor. No pude evitar soltar una carcajada carente de gracia al reconocerlo Tú, maldito hijo de puta. ¡¿Tú?!- me queje mirándolo, completamente desquiciada, aparto la mirada de mi dándome el perfil donde tenía aquella enorme cicatriz- y pensar que empezabas a caerme bien.. - pase una de mis manos por mi rostro para apartar mi cabello, me acerque a él y le lance una fuerte patada en el pecho causando que la silla donde estaba se fuera de espalda con el golpe, lo escuche soltar un quejido de dolor 《 ¿Por qué con el niño, Killian?- me queje, rodeando la silla para así agacharme frente a él, me sentía demasiado furiosa, deslice el cañón de mi arma en su mejía, mirándole atentamente, su mirada era de terror total, apreté el cañón de

