Aunque quiera abstraerme de todo, me es imposible. Y sobre todo cuando nada más entrar a mi habitación llega Caterina. —Déjame que te explique —alza las manos. Luce nerviosa. —Si no te he despedido es porque sé que necesitas trabajar pero no quiero tener nada que ver contigo aunque te advierto —murmuro con sorna —, no creas que mi hermano es idiota, él en todo caso será quien juegue contigo. No imaginas cuánto. —Nicolas y yo estamos... —No quiero saberlo, ya imaginaba algo el día del club cuando —me sonrojo al recordar el día que volví a ver a Dante —,... en fin, que solo te diré que tontea con Silvya Castle. Tu sabrás que haces. Ahora si me disculpas... Señalo la puerta para que se vaya pero no sucede. En cambio cierra detrás de ella, se acerca mientras me encamino al vestidor a qu

