Dante Castle Ella no se da cuenta de cuánto me cuesta estar lejos suyo. No nota como tiemblo cada vez que la tengo en mis brazos. No entiende que cada segundo que ha pasado desde el día que la vi en aquella maldita galería es una tortura. Que la persigo como un enfermo mental porque mi piel arde sin ella. No puedo pensar con claridad porque me vuelve loco. Esta mujer me gusta demasiado y no puedo hacer mi negocio y seguir con ella luego de esos tres meses. Sé que voy a romperle el corazón pero estoy tratando de proteger el mío. No soy un tipo de amar, pero siento en mi interior, que ella es diferente a nada que haya vivido antes y eso...eso sí es un juego peligroso. Entre los dos yo soy el diablo, y justamente Belcebú, no puede quemarse en su propias llamas infernales. —Estás deme

