En el instante en que Caspian se percató de que ya estaba en la hora correcta, se detuvo y se levantó de su escritorio. Tras abandonar su oficina, observó no muy felizmente a su mejor amigo, el cual comenzó a caminar a su lado.
—¿Por qué no entraste a informarme que pronto sería la hora acordada? —cuestionó.
—Me pediste que no entrara a tu oficina —contestó Josh tranquilamente.
Manteniendo su expresión relajada, a pesar de que interiormente se encontraba irritado, el alfa dominante le dedicó una mirada de reojo a su amigo.
—Nunca te ha importado en el pasado interrumpir incluso con esa orden.
—Aquellas veces fue porque se trataba del alfa rey o su luna.
Y ante aquella perfecta excusa, Caspian no pudo hacer más que chasquear su lengua y dejar ir el tema.
—¿Realmente tienes pensado to
