Apoyado en el marco de las puertas que llevaban hacia el balcón, Rhys admiraba un hermoso cielo oscuro, en donde las protagonistas de la noche se trataban de las estrellas iluminando con su pequeña presencia el silencioso pueblo en Wolf Heart. Siendo altas horas de la noche, por no decir de la madrugada, todos los habitantes se encontraban ya profundamente dormidos en sus casas, disfrutando de agradables sueños. Mientras que en el castillo, específicamente en el palacio cristal que concedieron al príncipe Dorian para su estadía, había un absoluto caos silencioso. Detrás del joven humano, la omega caminaba de un lado para otro por toda la habitación, murmurando cosas que solo ella misma lograba entender. En cambio Rhys, él... A pesar de parecer tranquilo, en realidad su mente era un comp

