Han pasado más de 8 horas espera, aún mía no logra llegar a los 10 centímetros de dilatación que debería tener, siento una tensión.
Ella me miraba de una manera que sentía que si las miradas matarán yo hace mucho tiempo estuviera muerto.
—Ten paciencia— Le digo— Sé que no es fácil amor mejor dicho me imagino que es difícil, pero debes esperar sé que todo valdrá la pena.
—Sinceramente me da miedo— Dice entre lágrimas— Me da mucho temor que le pase algo a mi bebé.
—Tomo su mano y me dejó un pequeño beso— Todo estará bien confía en mí.
—Es lo único que me calma, el que estés acá, el que no nos deje solos— Hace puchero.
—Nunca te dejaré sola ni a ti, ni a nuestro hijo.
El tiempo en estos momentos de agustina transcurre lentamente, tanto que siento que hay ocasiones en que se detiene.
