—George —¿Sí? —Lo siento, no debí derrumbarme de esa manera, apenas y te conozco Digo con algo de pena, creo que me excedí con confesarle mi vida, un maldito momento de debilidad, las pesadillas me tienen frita —No hay problema, si no te molesta, me estoy tomando muy enserio el papel de querer ser tu amigo, Cassidy, será la primer amiga que tendré —¿No tienes amigos? ¿Y los tipos del bar? Me da una media sonrisa sin despegar la vista del camino, la lluvia comienza a azotar de nuevo la ciudad —Tienes mucho que saber de este mundo, pero empezaré por mi familia, como te lo mencioné, soy un príncipe del infierno, y para darte un mejor ejemplo con algo conocido ¿Leíste la divina comedia? No me decepciones con tu respuesta, por favor —¿Bromeas? Es casi una obligación leerla, incluso a

