estamos cerca de diciembre, ya hay frío en el ambiente, aún odio el otoño y el frío en general, al menos que esa frialdad sea de viktoria, allí la cosa cambia radicalmente, no le he visto mucho estos días, la veo más los sábados pero, casi todo agosto estuvo ocupada en las tardes toda la semana y yo tres veces por semana en las tardes le daba clases en ese paraíso que es como una escuela para dioses, esta semana descubrí que hay una parte del jardín de afuera que siempre está llena de padre haciendo casi cualquier cosa para entretener a sus hijos y que se costumbre a estar en lugares abiertos y con grandes cantidades de ruido y gente, algunos hasta se dormían.
Que interesante es esa familia.
Ahora que lo pienso más a profundidad nunca pasamos el sábado como habíamos quedado, me siento al
