Quiero enfatizar en que estoy perdida, no puedo hablar con mi esposo, mis amigas, con hijos. Se aterrorizarían, las que no los tienen tampoco sabrán que hacer, mi madre me mirará decepcionada e insistirá en que debo divorciarme porque Adam no es solo un mal padre y esposo, sino un enfermo mental, es totalmente un mitómano.
Después de la llamada del detective a Luthor fui a mi casa, encontré a dos niños con los ojos morados; les puse carne y fui a revisar a Zack, al menos uno de los niños estaba bien, le di un beso en la frente y salí de la habitación.
El teléfono de la casa comenzó a sonar, temerosa lo tomé y contesté:
— ¿Por qué no me has llamado? —Mi espantoso esposo se escuchaba en la línea con un tono de voz potente.
—Adrian terminó con su novia; decidió emborracharse y lo llevé
