- Bip – Bip – suena mi teléfono, abro los ojos, con una sonrisa de oreja y sé que es Alexandru. Mi corazón empieza a palpitar fuerte y siento ansiedad por ver lo que me ha escrito, deseo leerlo todo el tiempo. Es como tenerlo a mi lado. ¿Cómo es posible hacerme sentir tanto, estando tan lejos? Vuelve una y otra vez esa pregunta a mi mente y sigo sin responderla. Tomo mi teléfono de la mesita de noche, lo prendo y sí efectivamente es él. -- Buenos días, princesa. Siento que lo que te voy a decir puede alejarte de mí, pero tú te has vuelto importante en mi vida en tan poco tiempo. Miles de preguntas se cruzan por mi mente y no tengo respuestas a ninguna de ellas. No estoy seguro de nada, solo que me encanta hablar contigo todo el tiempo. Hay algo que me atormenta por no haber sido del