Una semana después de haber recibido la llamada del Fiscal General, fui citada para el día siguiente a una entrevista con un psicólogo que se encargaría de realizar la primera de las pruebas para optar al cargo de Fiscal Superior.
A primera hora llegué al piso donde se realizaría la entrevista, así como yo fueron citadas a otras personas, entre ellas Carlos mi adjunto, al verlo me sentí en más confianza. Aunque no me considero en desventaja frente a los que están en esta sala, me incomoda tener que ser el objeto de observación.
Por momentos olvido mi condición. Por ser de talla baja llamo mucho la atención. He llevado una vida tan desinhibida, tan sumergida en mis objetivos, que el irlos logrando poco a poco y dentro del tiempo que normalmente suelen llevarse el concretarlos, sin exigir
